La poesía floreció ante la Virgen del Carmen de Calatrava

Arte Sacro. La capilla de Nuestra Señora del Carmen de Calatrava fue el domingo día 1 de junio, escenario de un acto singular.

No recordamos muchas ocasiones en que se haya celebrado un acto poético comunitario organizado por una hermandad.

En una capilla repleta de público y devotos, intervinieron Miguel Cruz Giráldez, profesor de literatura de la Facultad de Filología, Agustín Pérez González, presidente de la Asociación Literaria Itimad, Manuel Domínguez Senra,  secretario de la institución Noches del Baratillo, y los poetas de la misma, Antonio Muñoz Maestre y  Manuel Márquez Domínguez.

El nivel conjunto alcanzó una altura poco usual, destacando la variedad de formas y contenidos de los distintos poetas. Frente al tradicional estilo literario cofradiero, donde el tópico y el deja vu suele ser la norma desafortunada, ayer pudimos notar un soplo de aire fresco, y una sensación de camino virgen por el que dirigir los pasos.

Miguel Cruz evocó su infancia en su primera intervención, en la que la devoción a la Virgen del Carmen fue referencia clara, culminándola con un soneto escrito en su adolescencia, sorprendiendo tal calidad en una persona entonces tan joven. En su segunda intervención, se centró en sus vivencias carmelitanas en el Carmen de San Gil, lugar de bautismo de su hijo, y en la Titular de la corporación organizadora, el Carmen de Calatrava, todo ello descrito en una décima y un romance.

Manuel Senra puso la nota diferenciadora con su poesía libre y moderna, algo a lo que los cofrades no estamos muy acostumbrados. El poeta, con gran valentía, convirtió la esencia de la devoción y la imagen de la Virgen del Carmen en fuente de inspiración para unos versos que debieran servir de espejo a todos los que creen que poesía no es igual a rima, y que una sucesión de interminables piropos rimados puede no tener nada de poesía en su interior.

Antonio Muñoz Maestre dedicó sus intervenciones a sus dos hermandades del Carmen. En la primera, el poeta describió mediante una composición en redondillas el embarque de la Virgen del Carmen de Huelin (Málaga), llevada por sus hijos pescadores a través de la playa hasta la jábega en la que procesiona por el mar.   En la segunda intervención, Antonio Muñoz se centró en su otra hermandad carmelitana, el Carmen de Calatrava, con un hermoso romance en el que sintetizó lo que supone la Virgen en la vida de sus devotos.

Agustín Pérez realizó dos meritorias intervenciones, en la que narró en prosa, con gran didacticismo y belleza, los avatares históricos de Nuestra Señora del Carmen de Calatrava. A su prosa evocadora siguieron unos emocionantes versos en los que culminó la exposición iniciada en prosa.  Fue quizá el poeta que más se centró en la hermandad organizadora, lo que fue muy agradecido por el público asistente.

Manuel Márquez sorprendió gratamente al público. Como buen rociero manriqueño, comenzó enlazando su recién terminada romería con esta visita a la Virgen del Carmen. En su segunda intervención, se centró íntegramente en la Imagen Titular. Todo, con un estilo de escritura personalísimo, y con una dicción y entonación admirable, propia de un auténtico rapsoda. Finalmente, puso un broche de oro que nadie esperaba, puesto que interpretó, sin más acompañamiento que el silencio de la capilla, unas sevillanas que había compuesto a la Virgen del Carmen expresamente para la ocasión, lo que enardeció a todos sus devotos, que se llevaron ese emocionante regalo final.

Como conclusión, todos los asistentes se reunieron en las dependencias de la hermandad en un ágape, en el que quedó manifiesto el inmejorable ambiente de verdadera hermandad que siempre reina en la capilla de Calatrava.

Fue, resumiendo, un día memorable que dejó dicho bien a las claras que la verdadera poesía no suele mezclarse muy a menudo con el mundo cofrade, pero que debería hacerlo un poco más, para que entre un poco de aire fresco en el oxidado reino de los boletines y los pregones.

Fotos: Arte Sacro