Miércoles Santo: Buen tiempo, mucha gente y numerosos retrasos en la Campana

José Luis Martínez. La jornada pintaba bien con el comienzo en Campana con dos estrenos. Por un lado ver por primera vez a la Virgen del Carmen en sus Misterios Dolorosos bajo palio y por otro el estreno de Mateo Domínguez como delegado de día. Y así fue, aunque marcado por unos retrasos que al final del día superaron la hora y cuarto.

A las 16.45 horas la cruz de guía de la hermandad del Carmen Doloroso pisaba la plaza del Duque y a los pocos minutos aparecía el primero de los pasos de la cofradía de la calle Feria que irrumpió con mucha fuerza en una Campana ya poblada de gente y con un palquillo repleto de flores. Unas ofrendas al delegado de día por parte de unos amigos, con el que le deseaban mucha suerte ante su estreno. Luego un nazareno del Carmen depositó en la mesa del palquillo y junto a las flores, varias cajas azules.

Cada caja contenía un escapulario para cada hermandad que pasaba, que el presidente del Consejo Adolfo Arenas fue entregando una a una a las cofradías del día.

Y llegó el palio y la primera imagen bajo palio y por la Campana del imaginero Francisco Berlanga de 50 años de edad, que talló a la Virgen con 25 años. Pudo ser el año pasado, pero la lluvia lo impidió. En la presidencia del palio y junto al hermano mayor iba una gran representación de la Marina, mientras justo en el centro de la Campana sonaba 'Esperanza de Triana Coronada'.

Novedad con éxito. Pasada la cruz de guía de la Sed, su titular con corona de espinas y potencias. Las miradas no dejaban de apreciar la novedad de este año en la corporación de Nervión. Y en el recuerdo, su encendedor que hace unos días y tras un percance al coger las cruces de nazarenos, no pudo estar presente.

San Bernardo postró a las 18.35 horas la cruz de guía en la plaza del Duque. Un Cristo al que muchas miradas pedían por encima de todo salud para los suyos. A la altura del palquillo, Adolfo Arenas tocó el martillo y mientras ya en el Duque (por el lado derecho), se asomaban los primeros nazarenos del Buen Fin. La estampa de los primeros retrasos del día nos dejó al principio de la calle Jesús del Gran Poder, al paso del Cristo del Buen Fin y al principio de la calle Trajano, el palio de la Virgen del Refugio.

Y llegó el primeros de los pasos de la cofradía del Convento de San Antonio, a la Campana. En la parada ante el palquillo, dedicatoria, en la levantá, a todos los afectados italianos ante el reciente terremoto y por los cuerpos de emergencia. El palio de la Virgen de la Palma transitó gran parte del acceso del Duque a la Campana bajo una inmensa petalada.

Y tras la petalada, la cruz de guía de la Lanzada. Pasado el misterio, el palio llegó con la candelería totalmente encendida gracias a su encendedor, el compañero de Arte Sacro, Daniel García Acevedo. Y tocó el martilo el músico Manuel Marvizón, ante un palio aún con los cambios las estructuras de los varales, y solventados los 'latigazos' que se apreciaban al andar en la parte superior, ahora queda evitar que se vayan hacia atrás. Destacó, eso sí el estreno de los bordados de interior de la bambalina trasera, entre otros numerosos estrenos que presentaba la corporación de San Martín.

La Piedad, titular del Baratillo, se levantó en el palquillo del Consejo, en plena Campana, por todos los enfermos que están hospitalizados en las plantas de Oncología. Y el palio con la Virgen de la Caridad se adentró a los sones de la Salve dedicada a la Virgen de San Gonzalo, en honor a la cofradía del delegado del día. Y mientras Manuela Franco, madre del hermano mayor, convaleciente aunque disfrutando de la cofradía aunque sea en un Hospital. Y Rafael Díaz Palacios, despidiéndose de la Campana para siempre ante su retirada del martillo. Y todo ello bajo un espíritu en el que predominaba en ángel baratillero que preside el cielo desde hace unos meses. Pedro Dormido Jiménez disfrutó un años más de su cofradía.

Con el más que ya considerable retraso, tanto la cofradía del Cristo de Burgos como las Siete Palabras, pasaron por la Campana a unas horas no previstas en un principio. Con la levantá a pulso del paso del Cristo de Burgos, sonaba una saeta mientras la Campana escuchaba y callaba. La saeta sonó tambiénen cada uno de los pasos de la cofradía de San Vicente, desde una de las sillas de la propia Campana. El palio de la Virgen de la Cabeza sailó con retraso ante la caída momentos antes de la salida, de uno de los respiraderos.

Los Panaderos se presentaron en Campana con la fuerza de siempre y con el público esperando la entrada de uno de los misterios más esperados. La levantá ante el palquillo fue muy emotiva y dedicada a una hermana recientemente fallecida. Y llegó el palio que pertenecoió a la Macarena y ahora de la Estrella y pretada para la ocasión a la Virgen de Regla. La hora y cuarto de retraso lo marcó el último músico de Santa Ana de Dos Hermanas.

 

Un día marcado también por los desvanecimientos de varios nazarenos y en el que Jesús el Rico de Málaga indultaba a un preso de 26 años y unas monjas de Chicago realizaron en el Duque un reportaje dedicado a la Semana Santa de Sevilla. Durante toda la jornada y en el palquillo estuvo presnete el cartelista de este año, Huget Pretel.

Fotos: José Luis Martínez.