Milagros Ciudad sorprende en la Hiniesta con un pregón sublime

Juan Manuel Labrador Jiménez. Cuando la cuaresma cabalga hacia su final y desemboca en su cuarto domingo, como marca la tradición, la iglesia de San Julián acogió una nueva edición del Pregón de la Hermandad de la Hiniesta, pronunciado en esta ocasión por la hermana de dicha corporación Milagros Ciudad Suárez, actual delegada de Hermandades Sacramentales en el Consejo General y antiguo miembro de junta de la cofradía del Domingo de Ramos que actualmente preside como hermano mayor José Antonio Romero.

Con las interpretaciones musicales de la Agrupación Musical de Santa María Magdalena de Arahal y la presentación del pregonero de 2013, Francisco Javier Montiel, Ciudad pronunció un discurso exquisito y lleno de vivencias, sabiéndolas exponer de tal manera que aquel que no sea hermano de la Hiniesta supo identificarse con todo lo que relataba la pregonera, dando durante su alocución muchos "pellizcos" emocionales que hacían brotar las ovaciones de un respetable que desbordaba la capacidad del templo.

Milagros Ciudad habló de su infancia, de cofrades que partieron para siempre pero que supieron transmitir a sus descendientes su mejor legado, de una juventud cofrade que no es futuro sino que desde hoy mismo es claro ejemplo de un presente esperanzador, y evocó hermosas procesiones letíficas con la Hiniesta Gloriosa cuando acude al consistorio con motivo de la procesión catedralicia del Corpus Christi.

Pregón medido, bien escrito y mejor declamado, entremezclando en algunos pasajes pequeños compases musicales de piezas dedicadas a la hermandad que viste de azul y plata por parte de la formación anteriormente referida.

El texto ha sido editado por la hermandad en un sencillo pero elegante ejemplar, pero aquellos que no hayan escuchado este pregón pueden lamentarlo, porque si el mero hecho de leerlo hace disfrutar a todo aquel que acceda al texto, escucharlo era toda una delicia para los sentidos, por lo que no sería extraño que tras este primer pregón en su vida, Ciudad Suárez pueda ser reclamada para otros atriles.

Su acertada y magnífica disertación, llena de compromiso y fervor cristiano, fue seguida por diversos asistentes como Carlos Bourrellier, presidente del Consejo, que acudía acompañado por Manuel Nieto, Tomás Vega, Maruja Vilches, Juan Gamero, Francisco Vélez, José Carretero, José Luis Cantalapiedra y Andrés Martín, cargos generales y delegados de sacramentales, penitencia y gloria respectivamente; así como otros cofrades, tales como Antonio Sánchez, José María Cuadro y Salvador Varea, hermanos mayores de las Siete Palabras, la Candelaria y el Cristo de Burgos.

Fotos: Julio A. de los Ríos Pastrana.