Provincia. Extraordinaria procesión de María Auxiliadora de Carmona en el Cincuentenario de su Coronación Popular

Manuel Pinto Montero. El pasado sábado, 30 de mayo, María Auxiliadora regresó a la Plaza de San Fernando donde le fue impuesta, hace ahora cincuenta años, la corona de oro sobre sus sienes sufragada por su pueblo de Carmona. Los salesianos de Carmona quisieron conmemorar el Cincuentenario de la Coronación Popular de María Auxiliadora en el mismo lugar y el mismo día en el que se celebró tan magna ceremonia. Para ello la imagen fue trasladada desde el Colegio Salesiano del Santísimo Sacramento, el pasado miércoles 27 de mayo, hasta la Iglesia Prioral de Santa María donde se han celebrado los cultos gloriosos del mes de mayo.

Al caer la tarde María Auxiliadora abandonó el Templo para caminar hasta la Plaza de San Fernando, y lo hacía junto a San Juan Bosco y Domingo Savio. En este bello rincón de Carmona tuvo lugar una Eucaristía Conmemorativo presidida por la Santísima Virgen y estando celebrada por distintos sacerdotes. Emotiva fue la homilía en la que se recordó lo ocurrido cincuenta años atrás.

Muchos fueron los carmonenses que acompañaron a la familia salesiana en esta celebración. Todas las hermandades estuvieron presentes con sus estandartes, junto al Simpecado de la Virgen de Gracia, que en este año conmemora en XXV aniversario de la Coronación Canónica.

Una vez que finalizó la Eucaristía se inició la gloriosa y extraordinaria procesión de San Juan Bosco y Domingo Savio, que procesionaron en un mismo paso, así como María Auxiliadora. San Juan Bosco procesionó sobre sencillo paso de madera, siendo alumbrado por cuatro faroles de madera. Tras el Santo salesiano estuvo la Banda de Cornetas y Tambores Sagrado Corazón de Jesús de Marchena. La bendita imagen de María Auxiliadora procesionó en paso de madera tallada y dorada, estando alumbrada por candelabros de guardabrisas en sus esquinas. Sobre sus sienes portó la corona de oro, que ha sido restaurada recientemente, y sobre el cuello la Medalla de Oro de Carmona, que años atrás se le impuso. El Santísimo Niño portó la Medalla de la Virgen de Gracia.

El recorrido de la procesión fue totalmente extraordinario ya que no es habitual el transitar de María Auxiliadora por las antiguas e históricas calles de Carmona, al procesionar cada año por las calles cercanas al Colegio Salesiano. Acompañada por la Banda de Música de Nuestra Señora de Guaditoca de Guadalcanal la Santísima Virgen abandonó la Plaza de San Fernando buscando la Iglesia del Divino Salvador en la Plaza de Cristo Rey, donde fue recibida por una lluvia de pétalos. Continuó la Virgen salesiana por las estrechas calles de Costanilla Pozo Nuevo y Hermana Lucía, donde el capataz dedicó la levanta por todos los vecinos que con devoción esperaron a su Virgen.

En el Convento de las Hermanas de la Cruz fue recibida con cánticos angelicales cuando ya el reloj se acercaba a la media noche. Con paso lento San Juan Bosco y María Auxiliadora fueron buscando la Iglesia filial del Apóstol Santiago, tan vinculada la devoción salesiana, donde llegaron cercana a la una de la madrugada.

De este modo los salesianos y el pueblo de Carmona vivió una jornada histórica e inolvidable cuando se cumplían cincuenta años de la Coronación Popular del Auxilio de los Cristianos.

Fotos: Manuel Pinto Montero.