No pudo ser en la Redención

Daniel García Acevedo. Una de las hermandades que ayer, Lunes Santo, no pudo realizar su estación de penitencia fue la de la Redención.

Sin embargo, a la hora que llegamos al templo, las caras eran de satisfacción porque todo hacía presagiar que se podría salir a la calle. La Hermandad de Santa Genoveva ya había sacado sus dos pasos al barrio del Tiro de Línea y por la calle Santiago el sol se hacía fuerte entre las nubes.

La hora prevista de salida era a las 14,45 horas. Unos minutos antes, la junta de gobierno de reunió unos momentos para acordar que media hora mas tarde, a las 15,15 horas, se volverían a reunir.

Pero, como ya dijimos, el cortejo se estaba formando con tranquilidad, el hermano mayor y el resto de miembros de la junta hablaban con normalidad con los hermanos, el pregonero Rafa Serna, que salía por primera vez de nazareno en esta cofradía, ya que se apuntó el año pasado, no paraba de hacerse fotos con todo aquel que se lo pedía, costaleros, acólitos, nazarenos, etc.. Todo con naturalidad y calma.

Sin embargo, cuando se convocó la segunda reunión, llegaron las noticias del retorno a su iglesia de la hermandad de Santa Genoveva y esto hizo cambiar los semblantes. Por un lado, se disponía de más tiempo para tomar la decisión, ya que se podían meter en el horario de la hermandad del Cautivo al esta ya no necesitarlo, pero, por el contrario, si estos se volvían era señal de que los partes habían empeorado.

 

Y, en efecto, una masa nubosa estaba a las puertas de atravesar nuestra ciudad. La reunión fue larga y la decisión se hizo esperar. Ya los hermanos, que abarrotaban la iglesia de Santiago, barruntaban malos presagios y cuando llegó la noticia de la no salida de San Gonzalo, la decepción iba in crescendo.

Minutos después de la noticia de San Gonzalo, salieron los componentes de la junta de gobierno para, el hermano mayor de la Redención, micrófono en mano, anunciar lo que en cuestión de horas era impensable, la imposibilidad de efectuar la estación de penitencia por este año. Acto seguido, el director espiritual, Fernando Borrego, animó a los hermanos y se rezaron un Padre Nuestro y un Ave María a los titulares.

Sevilla se perdió al Señor de la Redención y a la Virgen del Rocío por las calles y tampoco pudo ser contemplado el gran estreno de la hermandad, el manto de la Virgen de los talleres de Santa Bárbara.

 

La agrupación musical de la Redención tenía preparado para la salida procesional llevar dos banderines. El suyo y el de la agrupación musical Ntra. Sra. del Juncal, primera denominación de la actual banda y que fundara Pepe Ruesga, fallecido hace unos meses, padre de nuestro compañero Mariano Ruesga, y con dos crespones negros en ambos banderines, uno con el nombre de José Ruesga y el otro con la siguiente leyenda. “Tus niños no te olvidan”.

 Fotos: Mariano Ruesga Osuna.