Mercedes. Antonio Sánchez Carrasco

Hoy me van a permitir los amiguetes que se reúnen en este rincón los lunes, que siendo lunes aunque ya de octubre, me acuerde de mi Virgen la Madre en el barrio de las Madres. Y es que ya que septiembre es un recuerdo estoy paladeando aquellas visiones que nos dejaste a los que llegamos al Tiro por tu Hijo el de la mirada implorante y nos quedamos por tu sonrisa.

Madre tengo en la memoria los días de tu triduo, como buena Madre lo mejor, los días señalados para el Hijo, pero como Madre mereces aunque sea unos  días de Homenaje. Iniciados con tu pregón, aún recuerdo aquella iglesia a la mitad con mascarillas de 2020 y culminado todo con tu besamanos. Aunque sea una vez al año la Madre que con su ejemplo nos lleva hasta su Hijo y la salvación de nuestra alma como ejemplo de todo nuestro devenir. Las caras de tu barrio en el besamanos son distintas a las del primer viernes de Marzo. Ante tu Hijo se llora y agradece, ante Ti se pide muy bajito, una Madre nunca te dice que no, te puede decir ya veremos, pero nunca no. Todos sabemos que Tú eres quien intercede para que el Señor se manifieste.

Rosario mañanero con tu coro que tan bien te canta y traslado de vuelta con el sol iluminando tu cara y sonando por Salteras, yo que no nací en tu barrio pero si en un barrio como el Cerro del Águila se el pellizco ese que aún se siente en las calles que se meten en tus entrañas. Al fin y al cabo la Fe y la Semana Santa se fabrican de recuerdos e instantes vividos con la imagen de nuestra devoción, y rodeado de tus hermanos. Así se fragua para los cofrades la vida anual de nuestros sentimientos y creencias. Para los que somos del Tiro siempre en las manos atadas de nuestro Cristo y en la dulzura de la mirada de la Madre de septiembre. Gracias Mercedes por tanto y no nos dejes de entre tus manos.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.