Galería. De nuevo el Barroco. Besamanos de la Virgen del Carmen del Santo Ángel. Hnos. García Acevedo
Arte Sacro. En todo su esplendor se encuentra la Venerada Imagen de Nuestra Madre del Carmen presidiendo el crucero de la iglesia conventual del Santo Ángel. Como si hubiese descendido del camarín y se hubiese acercado hasta nosotros, así la vemos, llena de belleza y cercana.
Para tal visita se ha dispuesto toda la iglesia para recibir a la Flor más bella: "Flor del Carmelo, viña florida...", así la llaman sus hijos carmelitas en todos los rincones del mundo. De este modo, como la Flor más bella, preside en medio de un jardín repleto de flores blancas. Ataviada con sus mejores galas, al igual que la imagen del camarín, que luce su magnifica corona de estilo Arfe. Una advocación venerada en dos imágenes, como Reina desde el camarín, como la ideó Cristobal Ramos, y como Madre cercana en la de su Archicofradía.
Todo preparado para la Madre, como las dos imágenes del siglo XVIII que la escoltan, una representa a Santa Teresa y otra, al Santo Ángel de la Guarda.
Rodeadas de los hachones del carmen y con la mejor porcelana del convento, todo parece poco para la Reina y Hermosura del Carmelo. El Niño Jesús del manifestador aparece igualmente vestido de carmelita.
Y, además, el Jubileo del Stmo. Sacramento, con su capilla bellamente adornada. Todo queda perfectamente unido, la visita al Señor en la Eucaristía y el beso a la Madre del Carmen. Y de nuevo el barroco como medio de expresión, pero de una manera delicada.
Hoy pueden verse algunos de los estrenos, como el arreglo del hábito y de la toca, sobre todo la corona de plata del Niño Jesús que porta en su brazo izquierdo, obra cincelada en el siglo XVIII y donada a la imagen por sus devotos, de nuevo el barroco.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.