UCA-UCE ofrece una serie de recomendaciones para evitar ser víctimas de la deshidratación
Sevilla Información. Las altas temperaturas hacen que corramos más riesgos de padecer deshidratación. Por ello, hemos de prestar especial atención a una serie de síntomas que pueden estar avisando de que nuestro cuerpo pierde líquidos: tener la boca seca, mareados, experimentar fatiga, cansancio, vómitos, diarrea...
La deshidratación es la pérdida excesiva de agua, primero en nuestra sangre y después en todo el cuerpo. Todas las personas pierden fluidos a través de lágrimas, sudor, orina y heces. Sin embargo, esta perdida se acelera cuando una persona presenta vómitos, tiene diarrea o fiebre, o ha sufrido una exposición prolongada al sol.
En tales casos, la deshidratación debe ser tratada como una enfermedad que, si no es atajada a tiempo, podría llegar a causar la muerte. Además, hay que señalar que en verano, y debido a las altas temperaturas, es frecuente que cierto porcentaje de la población pueda verses afectado por:
- Agotamiento por calor. Se produce por la pérdida de sal y agua en el cuerpo debido a una excesiva sudoración, o también en personas que presentan vómitos o diarrea.
- Golpe de calor. Provocado por una fiebre alta o una exposición prolongada a altas temperaturas.
- Insolación. Causada por la exposición prolongada a los rayos solares. Dependiendo del tipo de piel y del tiempo de exposición la insolación será más o menos grave.
Para prevenir la deshidratación y los efectos negativos del calor es importante:
- Beber agua en abundancia, especialmente cuando se realice ejercicio físico.
- Protegerse del sol, permaneciendo en lugares frescos, sombríos o climatizados, sobre todo durante las horas centrales (y más calurosas) del día.
- Usar ropa transpirable, ligera y clara.