La futura casa de hermandad de San Bernardo. Todo lo que los hermanos quieren saber
Arte Sacro. El fruto más importante de la Misión Cofrade para el futuro de la Hermandad de San Bernardo será la construcción de la nueva Casa Hermandad. Una vez hayan logrado los objetivos de integrar y hacer partícipes a los hermanos en la vida diaria de la Hermandad, tendrán la necesidad de darles un lugar digno a ellos y a cuantas Hermandades, Asociaciones, Empresas, Fundaciones, etc. puedan necesitar de un lugar para colaborar en tareas de índole religiosa, social, cultural o educativa. En definitiva que deseen colaborar en hacer un mundo mejor.
ESTADO Y FASES DEL PROYECTO
Como premisa digamos que actualmente el proyecto está en fase de estudio previo por lo que cualquier información sobre fachadas, planos, etc. que se facilita en este dossier forzosamente ES PROVISIONAL Y NO ESTÁ APROBADA OFICIALMENTE, si bien en pura lógica no debe diferir en exceso del que les ofrecemos.
Es intención de la Junta de Gobierno aprobar un proyecto definitivo recogiendo las aportaciones de los hermanos y las recomendaciones del estudio de arquitectos, así como la financiación del mismo, para presentarlo a un Cabildo General Extraordinario que se celebraría previsiblemente en el mes de enero de 2007 donde los hermanos decidirían definitivamente si se acomete la construcción o no. Si bien el sentir casi unánime de todos ellos es el de afrontar este ambicioso proyecto de futuro.
Asimismo como condición previa a la construcción, la Hermandad no renunciará a sus dependencias tradicionales del patio de la Parroquia de San Bernardo donde piensa continuar realizando su vida cotidiana y sus repartos de papeletas de sitio como ha sido tradicional.
Actualmente se está en fase de estudio previo. El arquitecto designado es D. Francisco Gutiérrez Carrasquilla. Se pretende construir un sótano y dos plantas, así como una azotea visitable. El sótano se destinará a almacén.
La planta baja se utilizará como salón multiusos y centro de convivencias con un gran patio central estilo sevillano. En una primera aproximación se estudia la posibilidad de mantener expuesto el paso del Santísimo Cristo de la Salud. Asimismo en esta planta se albergará la Bolsa de Caridad para afrontar sus proyectos asistenciales.
La planta superior se destina a sala de exposición de enseres, despachos de representación y un gran archivo y biblioteca con toda la historia de nuestra Hermandad puesta al alcance de los hermanos o de de aquellas instituciones que lo deseen. Se prevé exponer la mayor parte del paso de la Santísima Virgen del Refugio.
La azotea servirá como mirador y centro de convivencias veraniegas. Es intención y si no se producen los retrasos inevitables en proyectos de esta envergadura que para fines del mes de junio de 2007 esté disponible la licencia de obras y antes de final del 2007 comenzar las mismas, una vez solucionado igualmente el problema de reubicar nuestros enseres mientras dure la misma. El plazo de ejecución será aproximadamente de un año, por lo que a finales de 2008 estaría prácticamente concluida.
EL PORQUE DE UNA GRAN CASA HERMANDAD
Como es bien sabido la Hermandad dispone de un local de 470 metros cuadrados en la calle Santo Rey 34 que es el futuro embrión de una nueva casa Hermandad. Pretendemos que esta sea un lugar donde se puedan desarrollar las más variadas actividades en el plano religioso, cultural, social y de integración no sólo para la Hermandad y los vecinos del Barrio, sino para toda Sevilla.
Por hacer algo de historia diremos que este local fue conocido desde siempre como el Hogar Parroquial de San Bernardo. Se destinaba a salón multiusos de la Parroquia de San Bernardo y durante años fue centro de reunión de los vecinos del Barrio de San Bernardo. En concreto en los años sesenta y setenta fue el lugar donde la juventud de la feligresía y los grupos parroquiales realizaron la mayor parte de las actividades culturales, sociales, deportivas, etc. que tenían lugar en el Barrio de San Bernardo.
Por desgracia y por circunstancias que no es necesario recordar, el local pasó una difícil situación en los años ochenta del pasado siglo. La Hermandad de San Bernardo, ejerciendo su responsabilidad como parte de la Parroquia y pieza fundamental del Barrio, adquirió el local para que de este modo continuase en el Barrio y no fuese objeto de especulación en una zona donde la revalorización del terreno y de las viviendas ha sido enorme en los últimos años.
La Hermandad hizo un enorme esfuerzo con su compra, comprometiendo su patrimonio para muchos años a sabiendas de que si ella lo adquiría siempre estaría a disposición de todas las instituciones que lo deseasen y en particular permitiría abrir puertas para disponer de un lugar donde mantener diversos proyectos de acción social, de convivencia y en definitiva de utilidad para la sociedad, ya que el mismo está abierto no solo a nuestras actividades, sino a todas aquellas que de buena fe deseen realizar hermandades, instituciones, empresas, organismos, etc. para lograr un mundo mejor.
Desde entonces ha albergado no sólo las actividades propias de la Hermandad de San Bernardo sino otras muchas, destacando entre ellas la instalación de un monumental Nacimiento durante los días de Navidad, así como diversos talleres de costura, aulas de trabajos manuales, confección de flecos y bordados, taller de sevillanas, colaboración con el Distrito Municipal en la instalación de talleres, etc. Se ha cedido a diversas Hermandades que han organizado diversos actos para sus Bolsas de Caridad y, por supuesto, ha estado a disposición de nuestra Parroquia y de las entidades vecinales del Barrio para todos aquellos actos que ha sido necesario.
Hoy día, sin embargo, el deterioro del local y su escasa funcionalidad es evidente. Ya no es posible mantener su estado por más tiempo y se hace necesaria la construcción en su solar de un nuevo edificio para albergar no solo nuestras dependencias, sino lograr que las actividades de las que hemos hablado anteriormente, puedan ampliarse al disponer de un marco digno para ello.
La Hermandad tiene conciencia de la necesidad de acometer la construcción de la misma, pero antes de emprender una obra de tal calibre en unos tiempos donde el coste de la construcción ha sufrido un incremento brutal y antes de decidirnos a realizar una obra que obligará a replantear todo la actividad de la Hermandad durante años pensó que de nada serviría iniciar la construcción de una obra faraónica para disponer de un simple edificio. No era posible construir una nueva casa si antes no construíamos nuestro espíritu, removíamos conciencias y nos planteábamos necesidades.
Todo ello se pretende conseguir con el proceso misionero, para una vez finalizado, sintamos la necesidad real de disponer de una gran casa Hermandad, no como lugar donde exponer nuestro patrimonio, sino como lugar de convivencia, de actividades y en definitiva de auténtica vida de Hermandad.
Finalizado este se convocarán diversas reuniones con los distintos grupos de hermanos para que estos aporten sus ideas, sus proyectos y sus inquietudes para desarrollar en la futura casa Hermandad, para mientras dure la fase de construcción de la misma, puedan ser estudiadas en profundidad y ver la viabilidad de las mismas.
Se pretende acometer labores de índole religiosa, social y cultural para ofrecer a la ciudad un lugar de actividad. De estas reuniones se quiere lograr un punto de partida para ejecutar tales proyectos, así como su financiación y sin duda nos harán dar un paso más allá en la ejecución de un proyecto que deseamos no sea solo un asunto material, sino que vertebre la Hermandad en un proyecto común por muchos años.
La Bolsa de Caridad tendrá un lugar preeminente en el nuevo edificio para llevar a cabo sus labores asistenciales, así como es intención contemplar en el proyecto conjuntamente con su ejecución, plazos, etc. un anexo con las actividades a desarrollar en la futura Casa Hermandad.
Sólo así merecerá la pena emprender una obra de este tipo, si sabemos que la misma servirá de punto de encuentro y convivencia de la Hermandad y sus hermanos y no un mero edificio hermoso, pero vacío de contenido y de espíritu.