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La Delegación de Parques y Jardines ejecuta un nuevo cerramiento y mejoras en el Parque de los Principes


 Sevilla Información. La Delegación de Parques y Jardines, a cuyo frente se encuentra la delegada Eva Patricia Bueno, ha concluido el cerramiento y mejora de los viarios de este importante espacio público que ha supuesto una inversión de 470.293 euros dentro de un proyecto de remozamiento integral del parque, que en próximas fases incluirá la nueva red de riego para optimizar su estado. Queda además pendiente la plantación proyectada, que se realizará el próximo mes de septiembre por ser la fecha más idónea para ello.

Las actuaciones han consistido en el cerramiento de carácter antivandálico que eleva la altura del anterior, lo fortalece y se complementa con una pantalla vegetal en el interior para un mantenimiento más eficaz, además se ha realizado la reparación de los caminos asfaltados mediante el fresado y nuevo asfaltado de los mismos.

El nuevo cerramiento responde a una necesidad histórica del parque sustituyendo un cerramiento antiguo, que si bien en algunas zonas era noble, en otras era de malla de simple torsión, como se puede ver en las fotos de la imagen previa del parque. El anterior cerramiento, con una longitud aproximada de 1.100 metros lineales y una altura de 1,50 metros había quedado obsoleto y no cubría las necesidades de seguridad del parque, además de presentar graves deterioros provocados por el paso del tiempo y los actos vandálicos.

El nuevo cerramiento ha consistido en la construcción de un murete de 50 cm de altura, de hormigón armado, que sirve de base a la valla metálica formada por perfiles tubulares de 60x40x2 mm, caladas en troquel y plastificada en verde, de 2 metros de altura. Se han mantenido las pilastras que enmarcan los accesos al parque, demoliéndose aquellas que se encuentran en mal estado y volviéndolas a reconstruir con el mismo diseño.

Se han colocado nuevas puertas con el mismo diseño de la valla para evitar que sean escalables. Por último, se ha eliminado el seto exterior quedando pendiente la plantación de enredaderas en el interior.  

Sobre el Parque de Los Príncipes

Tipo:  PARQUE URBANO

Situacion:  Entre Avda. Blas Infante, C/ Santa Fe, C/ Virgen de la Oliva y Avda. Alfredo Kraus

Acceso:  Líneas 6, 41, 42, C1,C2

Extension:  108000 m2

Ya en los años sesenta se habían hecho plantaciones en el área que ocupa el parque pero no prosperaron. En 1970 se realizan las primeras obras de acondicionamiento del terreno una vez decidida la creación del parque, comenzándose su construcción en 1972, terminándose ésta en sólo un año. Costó 34 millones de pesetas.  

El parque se inauguró en abril de 1973 y debe su nombre a los entonces Príncipes de España: D. Juan Carlos y D.ª Sofía hoy monarcas reinantes. En su diseño y construcción intervinieron el arquitecto D. Luis Recasens, el aparejador D. José Lupiáñez y el jardinista D. José Elías.  

Su apertura supuso una gran novedad para la ciudad por diversos aspectos y circunstancias. Se trataba del primer gran parque tras la ya lejana inauguración del Parque de María Luisa. Hasta ese momento el parque por antonomasia en la ciudad era el de María Luisa que a falta de otras zonas verdes equiparables se le llamaba simplemente el parque.  

Era también la primera gran zona ajardinada que se construía al otro lado del río, siendo consecuencia además de las directrices del nuevo urbanismo y de su planeamiento, que iniciaba con él y ponía en práctica, la necesaria dotación de zonas verdes en los nuevos núcleos urbanos que iban surgiendo en la ciudad y de lo que era muestra el populoso barrio de Los Remedios, al que junto con la zona sur del de Triana, iba especialmente destinado ya que ambos carecían de ellas.  

Además su diseño suponía también una novedad. Frente a una ciudad acostumbrada a un concepto clásico en la jardinería de sus plazas y en el parque de María Luisa, el de Los Príncipes proponía una nueva forma de entender las zonas verdes que rompía con lo hasta entonces tradicional.  

No se trataba de un parque concebido en torno a parterres o arriates con cuidados recortes mediante setos; tampoco partía de grandes perspectivas modeladas mediante poderosas alineaciones arbóreas que supusieran la creación de ejes de composición que sirvieran de guía para el resto del diseño. La glorieta, íntima relación entre la arquitectura, la escultura y la vegetación, que durante años había sido la base del tejido de la jardinería tradicional de la ciudad -y de lo que era elocuente ejemplo el parque de María Luisa- desaparecía para dejar paso a un diseño mucho más libre y confiado casi en exclusiva al manejo de la vegetación.  

Desaparecieron prácticamente los paseos rectos para proponerse sinuosas y curvilíneas sendas que permitían adentrarse y atravesar grandes praderas de césped donde se distribuía con soltura y libertad la vegetación. El estilo paisajista o naturalista se oponía al racional diseño al que la ciudad nos tenía acostumbrados desde hacía años. Incluso la necesaria presencia del agua abandonaba su confinamiento en estanques de formas regulares para tomar la de una laguna irregular de marcado corte paisajista.  

Dentro del conjunto pueden diferenciarse distintas zonas con características propias. Una de ellas es la antigua rosaleda. Está formada por diversos círculos de distinto radio, que dan forma a sendas peatonales pavimentadas. Las circunferencias así delimitadas se convierten en las zonas de plantación. Una pérgola de hormigón en forma de ese une los dos mayores. Cuando se inauguró contaba con cerca de seis mil rosales con unas 250 variedades procedentes de todo el mundo. Se inspiraba en otras que existían en el parque de la Téte d'Or de Lyon, en la Bagatelle de París o en el mismo Parque del Oeste de Madrid. Se plantaron variedades que habían sido conseguidas por rosalistas españoles, como Camprubí o Dot y otras de procedencia extranjera. La propia pérgola se vestía con rosales trepadores ya conocidos como: P. S. Dupont, Mme. A Meilland, etc. El conjunto, de gran vistosidad, sufrió los avatares del tiempo y se perdió. En la actualidad existe el proyecto de su nueva plantación con objeto de que recupere el esplendor perdido.  

Otra de las zonas singulares del parque es la destinada a exhibiciones, constituida por una gran pradera de césped -ahora sustituida por una pista de albero- junto con una tribuna dotada de gradas para presenciarlas. Fue el propio ayuntamiento el que iniciadas las obras del parque decidió sobre la marcha su construcción, con objeto de realizar allí exhibiciones ecuestres, sobre todo en los días de la Feria de Abril, que también entonces junto con el parque estrenaba nueva ubicación junto a él.  

La laguna o estanque constituye otra porción característica de esta gran zona verde. Adopta una forma alargada con un estrechamiento que permite cruzarla mediante un puente, para volver a ensancharse, conteniendo una isleta en su interior a la que no se tiene acceso. Un pequeño arroyo en forma de suave cascada al que acompañaba un jardín de vivaces y rocalla, servía originariamente para componer un torrente que vertía agua a la laguna. En sus principios el parque albergó una fauna constituida por pavos reales a semejanza de los que existían en el de Maria Luisa y una pareja de cisnes. También patos que primeramente fueron traídos por particulares, únicos que todavía hoy se enseñorean del lugar.  

Por último, existe una amplia zona para juegos infantiles que tuvo en su origen una pequeña piscina de chapoteo, convertida hoy en arenero para juegos. A ella se accede casi de inmediato, una vez se entra en el parque por la que puede considerarse como entrada principal, situada frente a la calle Virgen de Luján y que se encuentra precedida por una pequeña rotonda.  

En el año 1992, con motivo de la Exposición Universal de Sevilla Expo'92, el Ayuntamiento de Viena donó a la ciudad de Sevilla una completa instalación de juegos en este parque, que ha sido reinaugurada el 21 de marzo de 2003 con la completa renovación de los mismos.  

Una fuente estanque y una de beber construida con un mosaico de trozos de cerámica fueron construidos con tal ocasión. Desde noviembre de 1998 el parque cuenta con una glorieta dedicada a la poetisa sevillana María de los Reyes Fuentes.  

La vegetación del parque es muy variada. Debe destacarse la colección de cítricos existente junto a la antigua rosaleda, que es única en la ciudad y que contiene variedades poco frecuentes en jardinería. Además de los tradicionales naranjos amargos (Citrus aurantium var. amara) encontramos: bergamota (Citrus aurantium var bergamia), limoneros comunes (Citrus limon), limoneros matizados (Citrus limon var. variegata), naranjos morunos (Citrus myrtifolia var. macrophylla) y otros como el calamondín (Citrus x citrofortunella mitis), el naranjo espinoso (Poncirus trifoliata), el nagami Kumquat (Fortunella maragarita) o el kumquat del desierto (Eremocitrus glauca).  

En el resto del parque crecen numerosos árboles y arbustos. Unos en el interior de las praderas y otros flanqueando las sendas: tipuanas (Tipuana tipu), jacarandas (Jacaranda mimosaefolia), arces negundo (Acer negundo var violaceum) y arce matizado (Acer negundo var. aureovariegatum), cedros del himalaya (Cedrus deodara), falsos pimenteros (Schinus molle), numerosas palmeras, etc., hasta 83 variedades distintas. Conviene destacar entre los arbustos el dasilirio (Dasylirion serratifolium) planta de origen mexicano que en la ciudad sólo se puede encontrar aquí.










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