“Patrimonio y progreso” da título al nuevo video del IAPH sobre arquitectura contemporánea andaluza
El video, que puede ser visualizado desde el canal propio del IAPH en YouTube (www.youtube.com/user/iaphtube), pretende dar a conocer el patrimonio arquitectónico contemporáneo andaluz desde perspectivas muy diversas utilizando un lenguaje audiovisual entretenido, reflexivo y comprensible, dirigido a servir de complemento a la formación en escuelas, institutos y universidades.
El patrimonio contemporáneo, un patrimonio emergente
La producción de “Patrimonio y progreso. El Movimiento Moderno en la arquitectura andaluza. 1925-1965” es una pieza más del compromiso que el IAPH, en tanto que institución sensible a la ampliación del concepto patrimonial, viene manteniendo desde hace años en materia de “nuevos patrimonios” o “patrimonios emergentes”, es decir aquellos patrimonios menos atendidos o estudiados en comparación con otros patrimonios más consolidados o conocidos.
En el caso del patrimonio contemporáneo, preceden a este audiovisual otras actuaciones desarrolladas por el Centro de Documentación y Estudios del IAPH, especialmente el registro y exposición sobre arquitectura del Movimiento Moderno en Andalucía – MoMo (1999) y, más recientemente, el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (2005-2009), el Seminario sobre Poblados de Colonización (2006), los cursos anuales de Intervención en Patrimonio Contemporáneo (2009-2010) y el continuo trabajo con la organización do.co.mo.mo.
Resumen del audiovisual
“Patrimonio y progreso. El Movimiento Moderno en la arquitectura andaluza. 1925-1965”
Con la iniciativa audiovisual el IAPH Durante el siglo XX las ciudades andaluzas, en sintonía con el mundo occidental, experimentaron un crecimiento de una envergadura desconocida hasta la fecha. Ese desarrollo, generalmente asociado a la falta de identidad y la congestión urbana, fue producto de la acción conjunta de arquitectos, ingenieros, urbanistas y sociólogos que buscaban el progreso y el bienestar social de Andalucía. Son estos dos valores, el progreso y el bienestar, la aportación patrimonial fundamental de la cultura del siglo XX, y la arquitectura fue un vehículo para ponerlos en marcha.