Otro Martes Santo para olvidar en la Calzada.

María del Pilar Pino Tagua. Ayer no fue precisamente la tarde de Sol que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en San Benito.

Con gran antelación a la hora marcada para la salida de la cofradía, 16’30h, la antigua calle Oriente comenzaba a llenarse, la multitud no perdía la esperanza de ver a los titulares de la corporación procesionando por el barrio camino a la Santa Iglesia Catedral.

La decisión tomada por las hermandades precedentes y el recuerdo de un Lunes Santo fuera de lo normal anunciaba, en cierto modo, lo que sucedería poco después. A las 16’00h la Junta de Gobierno se reunía por primera vez, mientras los tramos de nazarenos formados en el recinto de las Hermanitas de los Pobres repartían las insignias y se organizaban con total normalidad. A pesar de que el cielo en esos momentos no anunciaba lo que los partes preveían, la decisión parecía estar asumida entre el cortejo. A las 16’40h, el Hermano Mayor, Manuel J. Bermudo Parra, se dirigía a los hermanos con un mensaje claro, si la Hermandad de San Benito realizara Estación de Penitencia, sería exclusivamente a la Santa Iglesia Catedral, es decir, la cofradía saldría sólo si los partes barajados permitieran llegar y volver en el mismo día. Veinte minutos más tarde volverían a reunirse para tener una respuesta definitiva. Fieles a su palabra no hicieron esperar a los hermanos, a las 17’15h sin demora salían todos los miembros de la Junta de Gobierno, reunidos alrededor del Hermano Mayor como portavoz, para comunicar que la Hermandad de San Benito no realizaría su Estación de Penitencia, pues conllevaría una gran responsabilidad, un gran cortejo compuesto de 2200 personas, entre las cuales, 1600 son nazarenos y 400 son niños, con una previsión meteorológica nada favorecedora. Fue una decisión difícil y muy emotiva, teniendo en cuenta que es el último Martes Santo de la Junta actual. Los aplausos y las lágrimas se mezclaron en un ambiente de resignación. Enseguida, el Director Espiritual, D. Manuel Luque, tomó la palabra, dirigiéndose a los hermanos en un tono consolador, animando a vivir la hermandad día a día y a esperar al Martes Santo del año próximo.

Como detalle especial, cabe decir que la Virgen de la Encarnación no ha podido lucir la nueva saya, donada por unos hermanos y bordada por el taller de Mariano Martín Santoja.

…a todos mis hermanos, que no han podido realizar la Estación de Penitencia.

 

Fotos: Joaquin Corchero