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Exposición fotográfica de Santi León “El Barroco: Los libros y la época de la Sevilla de Nicolás Antonio”


Arte Sacro. La Consejería de Cultura y la Biblioteca Pública Provincial de Sevilla “Infanta Elena” (sección de Fondo Local “Patrimonio Bibliográfico Sevillano Nicolás Antonio”) conmemoran el IV Centenario del nacimiento de dicho bibliográfo sevillano el año de 2017 con una serie de actos y actividades culturales encaminadas a dar a conocer, a los usuarios de la BPP y público interesado, la figura y la obra de Nicolás Antonio dentro de varios aspectos de Sevilla en la época barroca.

Con tal motivo desde el 2 al 29 de mayo y en horario de 9 a 21 horas, en la sede de la Bilioteca Pública Infanta Luisa, se puede contemplar la exposición fotográfica el “El Barroco: Los libros y la época de la Sevilla de Nicolás Antonio”, con fotografías de Santi León, fotógrafo profesional especializado en temas del arte barroco.

 

Exposición fotográfica sobre monumentos y detalles que evocan el Barroco Sevillano: monumentos, obras de arte en general, detalles de la vida sevillana. Se complementará con una Exposición bibliográfica en la Biblioteca Pública Provincial sobre obras de Nicolás Antonio y obras editadas en el siglo XVII

Biografía de Nicolás Antonio.

Nicolás Antonio Nicolás nació el 28 de julio de 1617 en el seno de una familia de comerciantes originarios de Amberes que se afincaron en Sevilla desde los disturbios religiosos en los Países Bajos de mediados del XVI. Cursó estudios de gramática, artes liberales y teología en el colegio de Santo Tomás, y cánones en el de Santa María de Jesús y Universidad de Sevilla, para pasar a la de Salamanca en 1636.

Después de graduarse en 1639 en teología y derecho civil y canónico, comenzó la elaboración del repertorio onomástico  de los 50 libros del Digesto, fuente del Derecho romano, que tuvo que abandonar cuando ya llevaba un tercio del trabajo, al percatarse de que ya había sido realizado y publicado en el siglo anterior por el jurista zaragozano Antonio Agustín Albanell. Fue entonces cuando concibió la idea de “formar un índice universal y crítico de todos quantos españoles avían escrito hasta su tiempo desde el imperio de Augusto”, en expresión de Gregorio Mayans, su primer biógrafo, y según declarará en el mismo prólogo de la Bibliotheca Hispana, con posterioridad llamada Nova. A esta tarea de recopilación bibliográfica, de lectura, examen e investigación, y también adquisiciones, se dedicó en nuestra ciudad, principalmente en la biblioteca del desaparecido convento de San Benito, donde, al socaire de la letal epidemia de 1649, pudo poner el “suelo y los cimientos” de esta su construcción bibliográfica hispánica.

 

 

En 1645 Nicolás Antonio, cuyo estatus social se había elevado por cargos de la administración mercantil desempeñados por su padre, había obtenido el hábito de la orden de Santiago, y en 1659 marchó a Roma con el nombramiento de agente general del católico monarca, cargo diplomático que ejerció también en las posesiones de Sicilia, Nápoles y Milán. En los itinerarios itálicos repletos de impresos y manuscritos de España, pudo manejar y cotejar datos también con otros repertorios vetados por la Inquisición española y confeccionar un fichero bibliográfico que en buena medida se reflejaba en su propia librería de más de 30.000 volúmenes, la más copiosa entonces después de la Vaticana. También en Roma en 1664 obtendría su canonjía en la catedral de Sevilla, con dispensa de residencia, de la que se enorgulleció en sus escritos y epitafio.

Fue en la Ciudad Eterna en 1672 donde publicó su obra más conocida, Bibliotheca Hispana sive Hispanorum qui usquam unquamve sive Latina sive populari sive alia quavis lingua scripto aliquid consignaverunt Notitia, en cuyo título no exhibe el calificativo de Nova, con el que empezó a ser conocida desde la primera edición de la parte antigua de la bibliografía hispana (Bibliotheca Hispana Vetus), aparecida póstumamente también en Roma en 1696. Ambas distinciones, que se diferencian tambien en su estructura, se verán plasmadas en la reedición de las dos series a cargo de Frascisco Pérez Bayer, en Madrid por los herederos del impresor Joaquín Ibarra entre 1783 y 1788, hitos de la publicación ilustrada que sirven de referencia académica para el magno repertorio prosopográfico y bibliográfico: Bibliotheca Hispana Nova sive Hispanorum scriptorum qui ab anno MD ad MDCLXXXIV floruere notitia, y Bibliotheca Hispana Vetus sive Hispani scriptores qui ab Octaviani Augusti aevo ad annum Christi MD. floruerunt, auctore D. Nicolao Antonio Hispalensi I. C. Ordinis S. Iacobi equite, patriae Ecclesiae canonico, Regiorum negotiorum in Vrbe et Romana curia Procuratore generali, Consiliario regio.

La mera traducción de los títulos dan idea de la envergadura de su labor: Bibliografía española (moderna): catálogo razonado de los españoles que escribieron alguna obra tanto en lengua latina, como vernácula o cualquier otra; de los españoles que vivieron desde el año 1500 hasta 1684; bibliografía española antigua: relación de los escritores hispanos que vivieron desde la época de Octaviano Augusto hasta el año 1500, por Nicolás Antonio, sevillano, jurista, caballero de la orden de Santiago, canónigo de la Iglesia de Sevilla, procurador general del rey de España en Roma y en la curia pontificia, y consejero real.

El repertorio de la Bibliotheca Hispana Nova no se limita al registro alfabético por nombre de pila de autores junto con sus obras impresas y manuscritas, incluye desde la primera edición una serie de apéndices temáticos y de autores según lugares de nacimiento, apellidos, cargos, órdenes religiosas, y, en relevancia, el primer registro de mujeres escritoras. De aquellos años anteriores a su estancia italiana datan también dos vertientes de su actividad intelectual que no daría a la luz pública: su participación en la polémica gongorina y su crítica histórica y censura de los Falsos Cronicones, que editará Mayans, menos conflictivamente, en el siglo de la Ilustración (Valencia, 1742).

 

A su regreso de la alta representación diplomática en Italia (1678), la administración de Carlos II lo recompensó con una plaza de fiscal del Consejo de Cruzada, con deber de residencia. En esta última época de su vida en la villa y corte en que se adscribió a la congregación religiosa “Escuela de Cristo”, no dejó de mantener estrecho contacto con el entorno cultural sevillano, el bibliófilo Juan Lucas Cortés, sus concanónigos bibliotecarios, Juan de Loaysa y Tejada y su continuador Ambrosio de la Cuesta y Saavedra. Falleció en Madrid, a 13 de abril de 1684, víctima de un derrame cerebral, sin ver impresa la parte antigua de su bibliografía, la más ardua por la escasez de datos del amplio periodo cronológico y por la investigación sobre las dos lenguas semíticas expeditivamente eliminadas de la tradición y práctica cultural española.

La labor y alcance de ampliaciones, reediciones y los estudios sobre Nicolás Antonio demuestran todavía la vigencia y provecho de aquellas pesquisas que, como todas, deben ser contrastadas cuidadosamente. La traducción completa de ambas bibliografías que, junto con su copia informática, se ha publicado en los umbrales del presente siglo (Madrid, F.U.E., 1998-1999) facilita la búsqueda y cotejo con un original latino algo ajeno a la claridad de los grandes prosistas clásicos.

(Datos biógrafos de José Solís de los Santos)

 

Ciclo de conferencias “La Sevilla barroca y Nicolás Antonio”

19 abril “Introduccion al ciclo de conferencias sobre Nicolás Antonio”. Juana Muñoz Choclán, ex-Directora de la Biblioteca Pública Provincial de Sevilla.

26 abril “La Mentalidad Barroca”. Manuel Masegoza Palma, Médico Psiquiatra.

10 mayo  “Guadalquivir siglo XVII: comienzo del ciclo de grandes riadas históricas en Sevilla ”, Fernando Diaz del Olmo, Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Sevilla

17 mayo “La Economía y el puerto de Sevilla en el Barroco”. Francisco Pérez Aguilar, Jefe de Máquinas de la Marina Mercante e Investigado

24 mayo “Los libros de Nicolás Antonio”. José Solís de los Santos, Profesor Titular Filología Latina, Universidad de Sevilla.

31 mayo “La sociedad y el arte sevillano a comienzos del XVII”, Manuel Jesús Roldan, Historiador del Arte y escritor

7 junio “La literatura en Sevilla a comienzos del XVII”. Rafael Valencia, Director de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

Todas las conferencias tendrán lugar en la Biblioteca Pública Provincial “Infanta Elena” a las 19,30 horas, excepto la del 24 de mayo que se celebrará en la Feria del Libro a las 20 horas en la sala Apeadero del Ayuntamiento.

Fotos: Mariano Ruesga Osuna.










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