Epílogo Sacramental. Antonio Sánchez Carrasco

Poco a poco se va llegando al final de ese año o curso particular que tenemos en Sevilla, que termina con el Corpus después de haber empezado en Cuaresma. En ese tiempo mágico en la Ciudad hemos estado pendientes de todo lo reseñable que ocurría alrededor de lo Sacro en Sevilla. Y lo último en lo que nos fijamos tiene que ver con las procesiones sacramentales. En una fiesta que se remonta a la edad media y que en Sevilla se celebra también en muchos barrios, Triana entre ellos. Con su concurso de altares y balcones y en este concurso me encontré este año una sorpresa muy agradable en el Turruñuelo. Y es que mi amigo Raúl montó para la fiesta del Corpus un altar en el patio de su casa, que no es particular, sino de vecinos, como Jorge y Carlos, dos de sus vecinos que se convirtieron en la ayuda inestimable que Raúl necesitaba para que aquello que tenía en su cabeza fraguara físicamente.

Entre los tres montaron un altar en el que no faltaba de nada, pan, vino, uvas, el Sagrario..., todo con un gusto exquisito. En el centro de todo un Niño Jesús y la fuente propia del patio, dando un eje central desde el que partían, flores candelabros y otros enseres para loa del Santísimo. Este altar fue el epílogo perfecto para las festividades del Corpus Christi. Y ahora toca descansar. Bueno aún falta la vuelta del Sagrado Corazón de Nervión, la Magna de Carmona, las Cármenes...., no tenemos remedio, afortunadamente.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.