De Sevilla a Jerez, los palios de la O y la Amargura que hoy procesionan en Jerez

Eduardo Fdez. López. Jerez de la Frontera, ciudad gaditana que hasta hace poco perteneció a la Archidiócesis de Sevilla, el origen de su magnífica Semana Santa lo encontramos en el siglo XVI, cuando las asociaciones hacían Estación de Penitencia con los cofrades divididos en hermanos de luz y sangre.

El siglo XIX supuso un retroceso que comenzó a finales del siglo anterior cuando en 1771 Carlos III suprimió todas las cofradías. El resurgir llegó en el siglo XX, un siglo considerado por los jerezanos como el mejor de su Semana Santa y en el que se fundaron la mayoría de sus hermandades, hasta llegar a procesionar en la actualidad un total de 34.

Pero esta Semana Santa cuenta con un rico patrimonio artístico, imágenes y enseres que en su día fueron saliendo de los talleres de los más afamados escultores, tallistas, orfebres, bordadores, etc.

Hasta esta ciudad llegaron numerosos enseres provenientes de la capital hispalense, pasos, bordados, insignias, imágenes como por ejemplo las antiguas figuras secundarias del paso de la Sentencia de la Macarena, etc.

Pero hoy nos queremos fijar en dos pasos de palios, dos pasos de palio en los que procesionan dos de las dolorosas más señeras de esta ciudad, la Virgen de la Piedad y la Virgen del Desconsuelo.

La primera procesiona en un paso de palio que podríamos llamar de misterio, en el que la dolorosa es confortada por el discípulo amado y María Magdalena mientras que María Salomé y María Cleofas aparecen delante cosiendo la mortaja del Señor, de las que una de ellas lleva en sus manos una aguja y un dedal y otra unas tijeras, formando todo ello un palio original donde los haya. Todas las imágenes son anónimas del siglo XVIII.

Este es uno de los pasos en los que podemos ver algo que en su día pudimos contemplar los sevillanos, ya que en 1930 la Hermandad jerezana compra a la Hermandad de la O de Sevilla el palio y el manto, bordados por las hermanas Antúnez en 1882 y 1891 respectivamente.

El segundo paso de palio es el de la Virgen del Desconsuelo, titular de la conocida Hermandad de los Judíos de San Mateo, Hermandad cuyos orígenes se remontan a los primeros años del XVIII.

La Virgen del Desconsuelo es una imagen de candelero de principios del siglo XVIII y procesiona en un paso de palio cuyo enriquecimiento comenzó cuando en 1926 su Hermandad compró a la Hermandad de la Amargura de Sevilla el manto y el palio que en 1902 había bordado el prolífico bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Dos grandes dolorosas jerezanas que pueden presumir de pasear por esta ciudad gaditana cuatro grandes obras del arte del bordado que en su día lucieron otras dos grandes dolorosas pero en este caso de Sevilla, la O y la Amargura, de Triana a la calle Feria o lo que es lo mismo, del Calvario a San Mateo.

Fotos: Juan Alberto García Acevedo