El esparadrapo. ABC.
La Semana Santa emergente tiene tras de si a un hombre que controla todo el proceso de encaje de esas nuevas «realidades cofradieras» en el marco tradicional. Ese hombre no es otro que Manuel Soria, el delegado diocesano de hermandades y cofradías que fue cocinero antes que fraile.
La estrategia del Polígono de San Pablo, los progresos de la Herm andad del Sol (que veremos a ver de aquí a unos años) y otras cosas que se mascullan extramuros responden al camino que traza en su despacho el joven sacerdote. Una cosa que pide siempre Soria a sus interlocutores es silencio, punto en boca, no hablar, no debatir. Muchas «realidades cofradieras» han podido notar como sus planes no han fructificado por haberse trasladado éstos a la opinión pública. Así que el que quiera algo ya sabe el camino: la huella del esparadrapo