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"El grave problema del SIDA no se debe reducir a preservativo si o no", afirma el obispo de Jerez. Mons. del Río habla en COPE Jerez sobre la Iglesia y el Sida


Arte Sacro. El grave problema del Sida no se debe reducir a preservativo si o no, es mucho más complejo. En el fondo subyacen dos perspectivas antropológicas muy distintas: la primera podríamos definirla como “sexo seguro” y la segunda como “sexo y amor”. Por “sexo seguro” se entiende como una actividad de placer que se lleva a cabo con el propio cuerpo o con otras personas y que no debe trasmitir enfermedades ni producir embarazos. Aquí el amor y la procreación quedan para otros tipos de decisiones. En cambio la concepción de “sexo y amor” defiende que la actividad sexual es algo que compromete a toda la persona, por ello las relaciones entre personas solo es ético llevarlas a cabo en el marco del amor. No se debe invadir o utilizar el cuerpo de la otra persona sin amarla. La expresión del amor en sexo capacita para la vida humana. La Iglesia entiende que esta segunda postura se ajusta más a la verdad natural sobre el hombre según la Palabra Revelada. Por ello enseña que el ejercicio moral de la sexualidad sólo puede darse en el marco del matrimonio, y que el acto conyugal debe ser unitivo para los cónyuges y abierto a la procreación. Dejando claro estos principios pasemos a contestar brevemente a tres cuestiones.

1º. ¿Realmente la Iglesia en su negativa al uso del preservativo está impidiendo el control de la epidemia?

Es muy discutible que la simple difusión del preservativo sea capaz de contener la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud afirma tres recomendaciones y por este orden: abstinencia en los jóvenes, fidelidad de los adultos, preservativos si lo anterior no funciona, pero advirtiendo que puede fallar. En los países donde se ha aplicado está funcionando. En concreto Uganda, a diferencia de otros países africanos, ha conseguido en diez años bajar la tasa de infectados del 15% al 5%. En cambio en Europa donde el uso del preservativo es generalizado las estadísticas hablan de que en los últimos 5 años, el Sida entre heterosexuales ha crecido en un 112%.

2º. ¿Qué hace la Iglesia ante el Sida?

Personas e instituciones pertenecientes a la Iglesia Católica están atendiendo al 26,7% de todos los enfermos que hay en el mundo. Se trata, de la institución a nivel internacional que más está haciendo en el caso del Sida. Son muchos los testimonios que pudiéramos aducir que va desde lo que realiza los Padres Camilos en Burkina Faso, pasando por el testimonio de tantos misioneros religiosos y laicos que en los distintos países están ayudando a los enfermos del Sida, como los grandes éxitos en Mozambique de la comunidad de San Egidio está consiguiendo para impedir el avance de esta epidemia, o en ese mismo país la interesante labor que la institución jerezana Siloé lleva con niños afectados del Sida en una parroquia llevada por un sacerdote misionero de nuestra diócesis..

3º.¿Que ha propuesto y qué propone la Iglesia para un futuro mejor?

1º.Veracidad en la información. La juventud está claramente engañada y en consecuencia no puede ser plenamente libre en el campo de la sexualidad. Juan Pablo II dirigiéndose a los jóvenes decía:“la necesaria prevención contra la amenaza del Sida no ha de inspirarse en el miedo sino en el elección consciente de un estilo de vida sano, libre y responsable. Huid de los comportamientos caracterizados por la disipación, la apatía y el egoísmo”.

2º. Que la abstinencia de relaciones sexuales es la medida más eficaz y razonable contra los embarazos imprevistos y las enfermedades de transmisión sexual. A los niños se les debe educar en cómo encontrar a sus compañeros de vida y no en vivir la promiscuidad.

3º. Otra línea de acción es la denuncia que diversos organismo de la Santa Sede y pastores de diversas Iglesias han hecho acerca de que las multinacionales de los fármacos abaraten los precios de los medicamentos antisida. Mientras las multinacionales que negocian con los preservativos nada se preocupan de la atención de los enfermos del Sida La Iglesia Católica aboga también por la libre utilización de las patentes para poder fabricar los medicamentos necesarios para poner freno a la situación.

Pues bien, la Iglesia no sólo habla del Sida, sino que está con los enfermos del Sida y denuncia aquellos poderosos que negocian con la epidemia. Ella no va contra el progreso sino que defiende a los inocentes y débiles de un progreso antihumano y basado exclusivamente en lo económico Ella no tiene una visión pesimista de la sexualidad sino todo lo contrario tremendamente humana y humanizante. Por lo tanto, es injusto y calumnioso sostener que la moral de la Iglesia Católica favorece el avance de la enfermedad del Sida.

+ Juan del Río Martín

Obispo de Jerez










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