Del Amparo a la Encarnación. 300 años de devoción pastoreña.

Francisco Santiago. Muchas han sido las vivencias compartidas este fin de semana con la Pastora de Santa Marina, pero vayamos por partes y hoy voy a comentarles la jornada del sábado 10 de diciembre. 

Con el acompaña de representaciones de hermandades de gloria y destacando el Simpecado del Rosario de Carrión, a las 18:30 horas se ponía en marcha uno de los rosarios vespertinos más multitudinarios que recordamos.

No voy a negar que influyeron mucho el puente, las fechas y que el centro se convierte en pasacalles popular, pero todos se detuvieron a contemplar el paso de la Pastora y los rezos que eran dirigidos por Fray Ricardo de Córdoba, Guardián de los Capuchinos de Sevilla.

La gente se agolpaba con curiosidad, sobre todo con los cánticos navideños del Coro de Campanilleros del Barrio de la Macarena, que hacían de preludio al paso de la Pastora, por dos días convertida en Reina de los Humeros, con el permiso de la Virgen del Rosario, al compartir su Trono que hace las veces de paso, además de los faroles.

Aparte de la representación carrionera, allí estaban en el Cortejo integrantes de la Virgen de la Sierra , Humeros, Pastora de Capuchinos y San Antonio, Anunciación de Juan XXIII, Humildad Polígono San Pablo, o la Virgen del Pilar.

Las oraciones del Rosario se compaginaron con los villancicos populares y el magno ambiente que rodeo a la Pastora durante todo el recorrido hasta entrar sobre las 22:00 horas en el Convento de la Anunciación, donde pasaría la noche con las primeras que tuvieron la suerte de contemplar a la Pastora hace 300 años, las hermanas agustinas de la Encarnación.

La historia del Regreso la retomamos mañana…

Fotos: Francisco Santiago