La Virgen del Rosario dialogó con San Juán por las calles de Nervión y Ciudad Jardín

Eduardo Fdez. López. Domingo de Pasión, día de besamanos, besapies y por supuesto pregón, magnifico pregón del sacerdote Ignacio, pero en este día es desde el año pasado visita obligada al barrio de Ciudad Jardín para ver un nuevo palio por las calles de Sevilla.

Y es que ayer 2 de Abril salió por segundo año consecutivo acomapañada de San Juán Evangelista y bajo palio Nuestra Señora del Rosario, titular de la Agrupación de la Milagrosa y a la espera de que en pocos años pueda acompañarla la bella talla del Santisimo Cristo del Consuelo.

Pasadas las cinco y media de la tarde se ponía en la calle la cruz de guia que se estrenaba, que por diversos motivos solo llegó hasta la puerta siendo sustituida por la cruz parroquial hasta que unos minutos más tarde salía desde la capilla anexa a la parroquia el palio con la Santisima Virgen a los sones de "María Santisima del Dulce Nombre", de Luis Lerate interpretada por la banda municipal de Mairena del Alcor.

Durante el recorrido se pudieron vivir momentos emotivos como fue la presentación ante las diversas casas de ancianos por las calles de Nervión rezandole las "abuelitas" a la Virgen incluso cantandole una saeta como una de ellas se atrevió, provocando el salto de las lágrimas de algunas personas presentes.

También destacar el incidente de una de las velas que se desprendió en la residencia San Juan de Dios, posiblemente a causa de las fuertes levantás, pero que gracias a la ligera actuación de uno de sus hermanos no llegó a ser mayor incidente.

Entre los estrenos que se pudieron contemplar se encontraba el bordado de la bambalina delantera, ya que el año pasado procesionó solo con la trasera y un rosario para la Virgen donado por el pregonero Ignacio Jimenez Sanchez Dalp.

 

          

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

        

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         

         

         

         

         

Fotos: Eduardo Fdez. López