La Milagrosa. Bendecido el nuevo altar para los sagrados titulares y presentado el cartel de la salida extraordinaria
Arte Sacro. Durante la misa de 12 horas, se ha bendecido el nuevo altar de los sagrados titulares de la Milagrosa, Ntro. Padre Jesús de la Esperanza, María Stma. del Rosario y San Juan Evangelista. En el lado izquierdo, cerca de la Virgen del Rosario, en la pequeña hornacina donde se encuentra el retablo cerámico de la Virgen Milagrosa, se ha situado la reliquia ósea del Papa San Pío V, que custodia la hermandad.
La carpintería ha sido realizada por el tallista José Antonio García Flores. Un grupo de profesionales, bajo la dirección artística de Enrique Álvarez Molina, ha trabajado desinteresadamente en este retablo, costeado en su totalidad con donativos de los hermanos.
El nuevo altar, a modo de tríptico, se encuentra en el interior de la capilla que hasta el momento ocupaba la imagen de Ntro. Padre Jesús de la Esperanza.
Además, se han realizado diferentes trabajos en el interior de la capilla para su adecentamiento, como la pintura, nueva iluminación y un sistema de renovación de aire y control de humedad.
Un proyecto ilusionante en el que todavía puedes colaborar mediante Bizum al 04614.
Presentado el cartel de la salida extraordinaria
Durante la misa de 12 horas, se ha presentado el cartel conmemorativo del XXV aniversario de la reorganización de la corporación, obra del pintor Jerezano, Lorenzo Otero Castillo.
Lorenzo nace en Jerez en diciembre de 1983. Licenciado en Historia del Arte, con la Especialidad de Patrimonio, Gestión Cultural y Museos por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, la cual completa con un Máster del Espacio Expositivo de la Museografía creativa, expedido por la Universidad Politécnica de Cataluña. También contempla su amplio curriculum, distintos seminarios y encuentros, en su continuo afán por la superación y el conocimiento.
En cuanto al ámbito cofradiero, Lorenzo es hermano de cuna de la Hermandad de las Angustias y de la Esperanza de la Yedra, ya en la adolescencia se vincularía al Rosario de los Montañeses y en la madurez al Silencio de Sevilla y la Defensión de Jerez de la Frontera.
Descripción de la obra
En el cartel aparece el retrato principal de Nuestra Señora y en el plano bajo horizontal se manifiesta Ciudad Jardín con una serie de vegetales florecidos con una clara intención simbólica.
La citada obra está realizada sobre una tabla de 50 x 60cm en técnica mixta con mayor empleo de pigmentos acrílicos.
La gama cromática utilizada es múltiple y variada basada en una paleta que camina en tonos pasteles amables y sutiles que envuelven la representación de la Virgen de una dulzura femenina y maternal que la hacen cercana y acogedora. Pero no es casual que si nos alejamos de la pieza los tonos globales tienden a simplificarse en una bicromía predominante que recuerdan a los colores corporativos de la hermandad. La Virgen se encuentra revestida de sol con unos tonos áureos como se aprecia en su resplandor y el sugerido rompimiento de gloria de la zona superior. Se introduce libremente como una sugestión el tono burdeos del palio tan característico de la hermandad y de su advocación con unos reflejos verdes siempre haciendo presente a Nuestro Padre Jesús de la Esperanza.
La mirada de la Santísima Virgen del Rosario toma vital importancia por su amplitud y la luz que emana de sus ojos, "Reina de los mares y las tierras todas que ilumina el Sol", faro que nos guía ante los conflictos en todas aquellas Batallas de Lepanto que libramos día a día, de ahí que hacia esa zona del cartel el cielo se torne azul y las nubes se disipen. "Esos sus ojos misericordiosos", abren la composición hacia la zona del texto de la citada efeméride a celebrar y también a los lirios que indican al espectador un nuevo campo de visión y alegorías, hacia una cadena de flores, un paraíso de fragancias y alabanzas a María.
Un Jardín hecho ciudad, donde Ella como Madre Nuestra, recibe a sus hijos que se acercan para rezarle con el mejor regalo que es el de la oración del Santísimo Rosario, que como se dice en su Himno, aquí se muestra un salterio de rosas en tono amarillo que simboliza la energía, el optimismo o la vitalidad, y que como Reina de todas las flores, siempre se ha relacionado con la Rosa Mística que es María Santísima. También se presenta una guirnalda de lirios en este caso morados por el carácter penitencial de la Cofradía y para traer de nuevo a la figura de Cristo.
La azucena blanca representa la pureza de María y nos recuerda el dogma de la Inmaculada Concepción y por último la granada es por supuesto una referencia a la orden de San Juan de Dios, pero además es el fruto que simboliza la unidad y fertilidad de la Iglesia católica por lo juntas que están sus numerosas semillas, de ahí que la encontremos representada en tantos retablos y pasos de misterio que seguro recordéis. El árbol de la granada es un árbol sagrado en el oeste asiático y sus flores se utilizan para fines curativos como lo hace para las almas el rezo del Santo Rosario.
Fotos: Hdad.