«Estoy viviendo un sueño muy bonito» Francisco Santana agradeció el indulto. Fernando Carrasco. ABC Sevilla
Intentaba mantener la calma pero se le veía nervioso. Francisco Santana Machuca, acompañado de su esposa Dolores, no quitaba la vista al altar del Jubileo ni a la Virgen de la Esperanza. Sobre la una de la tarde escuchó de voz de Pedro Fernández Alejo, delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria, el decreto de indulto de su pena.
Francisco estaba justo a la altura del altar mayor de la Catedral. Y contuvo la emoción cuando, al final del Pontifical, se acercó hasta el cardenal para saludarlo. Quería agradecer a todos lo que estaba viviendo. Fue el hermano mayor de la Trinidad, Manuel Toledo Zamorano, quien le presentó al prelado quien ya era un hombre libre y dispuesto a iniciar una nueva vida. Monseñor, con gesto paternal, abrazó a Francisco y compartió con él unos momentos.
La hermandad ha querido, desde el primer momento, que este indulto no se quede sólo en el hecho y va a seguir ayudando a un hombre que, ayer, se mostraba sorprendido por todo lo que estaba viviendo. «Ha sido muy bonito. Es la primera vez que vengo a la Catedral y me ha impresionado mucho. Todos me han tratado muy bien y se están volcando. Ahora lo que quiero es estar con mi familia, con mi mujer y mis hijos y conseguir un trabajo, empezar una nueva vida».
Francisco Santana no descartó hacerse hermano de la Santísima Trinidad y agradeció todo lo que han hecho para recuperar su libertad. «Estoy viviendo un sueño», dijo.