Verso a verso. José Cretario. ABC Sevilla
Poco antes del mediodía la Catedral es un oasis en medio del desierto en obras. Van a coronar a la Trinidad. José María O´kean sigue ganando batallas aunque no esté.
Desde el Valle, todas las coronaciones son con chaqué. Hay veces que pega más y otras menos. La gente departe. Se acuerdan de Juan Carrero y expresan sus deseos de que pronto mejore. Abel Moreno comenta orgulloso que ha dirigido en Varsovia a una banda polaca tocando marchas. Desde la Capilla Mayor, convertida en la sala de prensa más portentosa del mundo se ve venir el cortejo litúrgico del cardenal. Más de 25 sacerdotes y solo 3 canónigos: Peinado, Soria y el maestro de ceremonias que ha perdido parte del histrionismo gestual de hace años. Canta San Felipe Neri. Muy bien.
La Virgen está impresionante. En estos días la vemos con otros ojos porque éstos ya no acumulan el cansancio del Sábado Santo. En el traslado, el palio iba como nunca. Llega la homilía. No la lee. En estos casos los hermanos que suelen esperar el sermón apregonado han podido salir un poco defraudados porque Su Eminencia estuvo poco lírico y muy profundo. Francisco Santana, el recluso liberado está asombrado de lo que le ocurre. Junto a él se sienta José Manuel Rodríguez. El sastre le ha echado horas al terno.
Concluye la palabra y comienza el rito. Los padrinos, responsables Trinitario y Salesiano suben con la corona. Tras ellos Don Carlos. Todos no caben en el paso. Peligro. Uno está a punto de quemarse el alba con la candelería.
El cardenal se hace paso. Silencio expectante. Alza los brazos y congela el instante en el momento en el que le coloca la corona a la Esperanza. Qué maravilla. El atronador aplauso hace que la ceremonia remonte a lo más alto. Los hermanos Delgado comprueban cómo su corona de oro le queda maravillosamente. Ya sin tensión continúa la liturgia. «Daros la paz». Muñoz Jigato y Albiac, Resurrección y Soledad se chocan los cinco. No es para menos. Esta coronación ha dado la justa medida de la esperanza. Tantos años aguardando pueden desembocar en lo que se anhela. Y lo que se anhelaba ya lo conocen: el rostro de la Trinidad nimbado por la mayor luz de las posibles. Verso a verso, la misión ya está cumplida.
Nuevas soluciones
El día 19 en San Roque se celebra un cabildo extraordinario para aprobar las reglas. Aunque por lo general y después del proceso de homogeneización al que conducen las normas diocesanas estos textos suelen ser muy parecidos entre sí, las nuevas reglas de San Roque aportan soluciones para resolver problemas nuevos como la obligación de entregar el censo a todos los candidatos. El tenor de la regla 107 es el siguiente: «Todas las candidaturas gozarán de las mismas prerrogativas y posibilidades. La Secretaría de la Hermandad tiene la obligación de facilitar el Censo Electoral a los candidatos...». Esto es un paso importante que da la hermandad presidida por José Manuel Fernández Palacios para solventar problemas como los que hubo en Gran Poder, Silencio o Baratillo en las últimas elecciones.
Tocata y ¿fuga?
Estos primeros meses del nuevo mandato de Juan Miguel Ortega Ezpeleta se están caracterizando por el sosiego después de una campaña electoral tan convulsa como fue la de Los Gitanos. Pero en el delicado asunto de la Agrupación Musical de la cofradía ya se ha tomado una decisión dolorosa para sus componentes como es la de proceder a la disolución. Los músicos, en su mayoría gente joven, han emitido un comunicado expresando primero dolor y después los deseos de seguir constituyendo una sección musical en la corporación. Ahora se verá si ese contingente humano, unas 160 personas, se incorporan al proyecto de formar una Banda de Música tal y como anunció Ezpeleta o se independizan. Está por ver qué vinculación tendrá con este proyecto Abel Moreno. Él ya dijo que no entraba en sus planes, pero...
Psicofonías
Dicen que el delegado de Fiestas, Gonzalo Crespo, escucha psicofonías. Cuando de vez en cuando comienza a pensar cómo le mete mano al encargo de ampliar la Carrera Oficial oye la voz espectral de Caro Romero recitando :«Uuuuuh. Se va un siglo y viene otro pero ella siempre se queda...». No hay manera. La última opción era vincular el reforma a la renovación del convenio de explotación de la Carrera Oficial, pero claro, éste expira un año después de que concluya el mandato, es decir en 2008, momento en el que el Ayuntamiento puede ser el mismo u otro. No saben si es bueno alimentar fricciones en año electoral y por eso está por ver si plantea una vez más el tema aunque apagando la luz y ahuyentando a los taquígrafos. En esa matraca sigue el delegado. «Se va un año y viene otro, y la carrera se queda». No hay manera.
Doble rasero
El uso de las varas de medir funciona como una especie de prueba del nueve. Verán, la reciente rotulación de la calle Indalecio Prieto en contra de la voluntad de los vecinos y de la Junta del Distrito Centro ha puesto al descubierto un doble juego del Gobierno municipal en esto del callejero. En la Triana del delegado Alberto Moriñas se ha desestimado ya por dos veces la rotulación de una calle con el nombre de la Virgen de la Esperanza, imagen que recibe veneración en el barrio desde el siglo XV. El primer intento en la Ronda de Triana decayó por la oposición de los comerciantes y ahora también se rechaza rotular el tramo de la calle San Jacinto que va desde el Altozano a Pagés del Corro. Coincidirán conmigo en que aquí pasa algo que no logramos entender. O sí entendemos pero casi da pudor escribir sobre ello.