El hermano mayor del Gran Poder reacciona a las sonadas declaraciones de los Cruz Solís en Diario de Sevilla
El altar del Gran Poder estará protegido del humo en 2008. Diario de Sevilla. Fernando Pérez Ávila.
La Hermandad del Gran Poder estudia ya la reforma del camarín para impedir que el humo de los cirios vuelva a dañar a la imagen, como han llegado a solicitar pública y urgentemente los hermanos Cruz Solís con motivo del primer aniversario de la restauración del Señor. Aunque el proyecto aún está en un estado embrionario, la junta de gobierno se ha comprometido a acometer la obra antes del final del mandato, que expira en diciembre de 2008, a pesar de que había trascendido que esta reforma no formaba parte de las actuales prioridades, centradas más bien en la construcción de un columbario en el templo.
El hermano mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias, sí se comprometió ayer a sacar adelante esta reforma en un año. Parece así que el mensaje de urgencia lanzado por los restauradores del Señor ha calado entre los miembros de la junta de gobierno, que en un principio no se habían planteado la reforma del altar como una prioridad y pretendían aplazar esta obra para el siguiente mandato.
Un año después de que acabara la restauración del Señor, al que se le devolvió el aspecto de principios del siglo XX, los autores de la restauración de la imagen han pedido que se afronte “lo antes posible” la reforma del altar donde recibe culto. “La imagen no está ahora mismo en la hornacina que debiera estar. O se cambia la hornacina o hay que cambiar el sistema”, explicó la semana pasada Joaquín Cruz Solís en declaraciones a Diario de Sevilla .
El restaurador se refería al daño que puede causar a la escultura de Juan de Mesa una estructura que facilita que el humo se acumule en el camarín. Las corrientes de aire llegan fácilmente al lugar donde está el Señor en la Basílica y permanecen en la hornacina hasta que salen por las dos puertas laterales que dan a la galería que transcurre tras el altar y que permite a los fieles contemplar al Señor de cerca sin que se moleste a los que permanecen en la nave central del templo. En ese periodo de tiempo, el altar donde recibe culto el Gran Poder funciona como una especie de embudo o campana extractora del aire que se acumula en la iglesia. El efecto es dañino si el aire está cargado del humo negro de las velas y cirios o de los vapores del incienso.
Para corregir esta deficiencia, la hermandad se ha planteado ya la reforma del altar con dos objetivos. “El primero es dotar al camarín de una protección frente a una eventualidad o un accidente, como puede ser un incendio, mientras que el segundo objetivo consiste en proteger al Señor de las condiciones ambientales, del humo y de la humedad que se puede acumular en la basílica”, explicó ayer el propio Esquivias. El hermano mayor admitió que se trata de una obra necesaria, pero que la junta de gobierno no considera tan urgente como fue la restauración del Señor. Los Cruz Solís, sin embargo, se refirieron la pasada semana a esta reforma como un trabajo que “debe hacerse ya y no dejarse para el mandato siguinte”.
Esquivias dejó claro que la obra para proteger al Señor del humo del incienso y de las velas no supondrá un cambio profundo en el actual diseño del altar de la basílica y que se mantendrán las líneas arquitectónicas actuales.
Noticia relacionada: 30/07/2007- El Fiscal de Diario de Sevilla analiza las sonadas declaraciones de Joaquín Cruz Solís sobre el Gran Poder
Nota: Noticia publicada en Diario de Sevilla el lunes 30 de julio de 2007.
Foto: Diario de Sevilla.