Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • jueves, 9 de mayo de 2024
  • faltan 339 días para el Domingo de Ramos

Irene Gallardo dialogó con el Señor en Cádiz


 Arte Sacro. El sábado 28 de marzo, a las 21.15 h,  tuvo lugar en la Iglesia de Santo Domingo de Cádiz, (barrio de Santa María), la octava edición de los "Diálogos con el Señor", acto íntimo a modo de meditación, que organiza la Hdad. de Ntro. Padre Jesús del Milagro de la Sagrada Cena y María Stma. Reina de Todos los Santos, de Cádiz.

De manera habitual, el presentador de los dialogantes suele ser el pregonero de la Semana Santa gaditana del año anterior, de manera que este año el responsable del hilo conductor del acto ha sido el buen amigo Antonio Bustos Rodríguez.

Lo dialogantes elegidos por la Hdad. Sacramental de la Cena, ha sido el Rvdo. Marco Antonio Huelga de la Luz (Pregonero de la Semana Santa de Cádiz 2007),la periodista Irene Gallardo Flores (Pregonera de las Glorias de María 2008) y José Ramón Zamora Cabeza, Hno. Mayor de la Hdad. de Ntra. Sra. de la Salud (Sanidad).

En la presente edición los tres dialogantes, desarrollaron sus alocuciones en torno a la frase evangélica "Animo, soy yo, no tengáis miedo" (S. Marcos 6. 50).

 La Hdad. acordó ofrecer a los tres meditadores una ágape y no una cena como en ediciones anteriores, en virtud a la realidad social que vive el entorno vecinal, siendo digno de mención que el importe de dicha cena se ha donado íntegro a la bolsa de caridad de la Hdad. que bajo el titulo de "San Martín de Porres", lleva a cabo una considerable acción social en la feligresía. Asimismo, todos los ricos manjares frutales que se disponían en la mesa del Señor, ha sido llevados a un comedor de caridad que atiende a numerosas personas.

Desde Sevilla, felicitamos a la Junta de Gobierno de la Sagrada Cena de Cádiz, por el magnífico acto de los "Diálogos con el Señor" que llevó a cabo el pasado sábado y por los gestos de caridad  cristiana que en virtud al mimo, ha podido realizar.

El acto contó con la participación de la Capilla Musical Orpheus.   

A continuación reproducimos el diálogo que nuestra compañera Irene Gallardo pronunció en el acto antes mencionado.

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

 Dicen las escrituras, Maestro, que cuando te vieron andar sobre las aguas y avanzar hacia a algunos de los que hoy están aquí, en torno a tu mesa, tuvieron miedo de ti... no te reconocieron.

Posiblemente Señor, el propio raciocinio de tus discípulos, proseguía turbado tras contemplar y ser partícipes, del prodigio de los panes y de los peces, ese que hiciste en virtud del gesto noble, de socorrer al que lo necesita y que tuvo por testigo, la mirada atónita de los miles de incondicionales que te seguían, allá donde fueras, allá donde estuvieras…

… ¿Donde Maestro?, ¿donde estaban esos cientos de miles que fueron tras las huellas de tus sandalias buscando tu verdad, cuando te izaron en el holocausto sangriento de tu crucifixión?, ¿Dónde estaban, Rabí?, ¿Dónde estaban?...  

Estos que hoy nos acompañan y que esperan ansiosos el pan del cielo y el cáliz de la salvación, tuvieron miedo…

… Tuvieron miedo del viento y de las aguas embravecidas.

Tuvieron miedo presintiendo tu lejanía, helándoseles la sangre.

Tuvieron miedo de tu ausencia, sintiendo el frio de la noche en las entrañas.

Tuvieron miedo de la soledad de quien busca y no halla, paralizándosele lo pulsos.

Buscaban la luz y no la hallaron, porque tú eres la Luz del Mundo, Señor.

Escudriñaban las sombras de la anochecida buscando tu rostro y no lo vieron…

…Y en la angustia de la más tremenda desesperación, justo en ese límite que nadie sabe donde se halla, pero al que muchos hemos llegado a rozar con la yema de los dedos alguna vez, apareciste tú, Dómine.

1

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

 Dejaste que navegaran buscando las orillas desde Betsaída a Genesaret. Entre el viento y el oleaje, quisiste que lucharan por superar  las vicisitudes y las inclemencias, les diste la lección del magisterio profundo que siempre atesoras y llegaste, justo en el extremo, donde el ser humano interpreta, que está todo consumado.

Impartiste, en ese instante para la posteridad, la lección de la paciencia y del saber esperar, de no desesperar ante la desesperanza y a esperar siempre a la esperanza.

Después de los siglos, dulce Jesús, sigues diciéndonos lo mismo, a los mismos oídos que un día no te oyeron y que hoy vuelven a hacerse desoídos.

¡CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE! 

En el mar de Galilea, ante el pavor y la incredulidad de los tuyos, te apareciste sereno, silente, henchido de amor, con las manos abiertas, con las aguas calmadas besándote las plantas.

2

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

Vengo esta noche, Dios de la verdad, desde la vieja Isbilya, a contarte quedamente, mis penas y mis amarguras, mis desengaños y mis desvelos.

Esta noche de confesiones y de confidencias, siento más que nunca tu presencia, entre estos vetustos muros que custodia la Orden de Predicadores, cuna y trono de quien te dio la vida y también anduvo en los mares en el nombre del Padre, y que libró batallas protegiendo a su gente, por mor de una verdad… una sola verdad.

Dulce su rostro, Rosario. Rosa de los Domínicos, pétalo de fina estampa y “Galeona” bendita, de tu docto magisterio.

A pesar de los años, y de los hombres, y de la vida, sigue tu Bendita Madre, ejerciendo de patrona y protectora en la tierra. Ella, que es Mediadora Universal de todas las causas, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra,  en este Valle de Lágrimas, Refugio de las Angustias y las Tristezas del mundo, Emperatriz de los Cielos y Reina de Todos los Santos.

Sigue aquí, aferrada a esta añeja Metrópolis del sur de la cristiandad.

Asiendo fuertemente de las manos a esta Gades, cuyo destino protege desde siglos, hasta la eternidad.

A esta ciudad en la que hoy, poniendo las palabras de Cristo entre mis labios, le digo que:

  

“Vos estis sal terrae”

“vosotros sois la sal de la tierra”

Sabes, que si hablo contigo Señor, hablaría de tu Madre Bendita

Y sé que tú lo sabes y que te gusta.

“¡Beatus venter, qui te portavit, et úbera, quae suxisti!”

“Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron”

3

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

Esta noche Señor, somos más a la mesa.

Están Simón o Cefas de Betsaída, al que tú llamas Pedro, junto a su hermano Andrés. Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan.

Natanel de Caná llamado Bartolomé.

Simón el Cananeo.

Judas Tadeo.

Tomás el Dídimo.

Santiago el de Alfeo.

Felipe de Betsaída.

Mateo el Publicano y Judas de Keriot…

…han querido estar contigo en esta última celebración de los ázimos, tus amigos, Lázaro, Marta y María de Betania.

Están  también junto a ti, Maestro y sentadas a tu mesa, los “únicos Discípulos” que no te fallaron, que no te negaron, que nunca te abandonaron como hicieron los demás:

Tu Madre, la dulce María de Nazaret.

María Salomé la madre de Santiago el Mayor y de Juan.

María la de Cleofás, la madre de Santiago el Menor y de José y María la de Magdala...

…esa discípula tuya, Maestro, a la que primero participaste de tu Resurrección, la primera que te vio elevarte sobre los olivos, etéreo, vivo, Dios al fin…

…aquella mujer que fue la primera en conocer el triunfo de la Cruz sobre la muerte:

                           

“Mors Mortem Superavit”

 y a la que detuviste, ante el deseo imperioso de tocar tus ropas con un categórico:

“Iam Noli Me Tangere”

4

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

Acuden esta noche, estas “Santas Mujeres”, para seguir proclamando después de 2000 años, que nunca te vendieron, que siempre te siguieron.

Han venido a seguir dando testimonio de su inimitable fidelidad y entrega.

Ellas, jamás ansiaron los treinta Siclos de Tiro, que compraron el alma de Judas de Keriot.

Estas “Discípulas” tuyas, jamás oyeron cantar tres veces al gallo en la amanecida de la traición.

Esas nobles mujeres, jamás te abandonaron en la Calle de la Amargura, ni se cuidaron de no mostrar su acento que podría delatarlas  como seguidoras tuyas.

Nunca se apartaron del estipe y del patíbulo que formaban tu Cruz.

Jamás bajaron la mirada, alzada hacia la tuya, compartiendo tu dolor, desde las alturas de tu sufrimiento, en la Santa y Vera+Cruz.

Fueron esas “Mujeres Santas”, las primeras penitentes, de la primera Semana Santa,

de los primeros tiempos, de la historia de la Cristiandad.  

Y aquí estamos Señor, las herederas de esa locura de amor por ti, de esa fe ciega que hace mover y temblar a las montañas, admiradas del valor y del coraje del que hicieron gala, aquellas mujeres que no tuvieron ni voz ni voto, en una jerarquía eclesiástica gobernada por hombres que te crucificaron y que te vilipendiaron, sin tan siquiera ofrecerte la oportunidad de un juicio justo.

5

CONFÍDITE, EGO SUM; NOLITE TIMERE

Dos mil años después, seguimos estando aquí.

Hoy, como ayer, seguimos esos pasos, breves, sencillo, pero firmes y seguros, siguiendo ese camino que las cuatro mujeres abrieron hace siglos y con el único afán de ser en vida propia, “Discípulos” de Cristo, de Dios y su doctrina.

Aquí estamos Señor, aquí seguimos,

con el costal calado de salmos y alabanzas,

con la faja ceñida de perdón y justicia.

Calzando zapatillas de humildad y esperanza,

bajo el Divino peso de tu Imagen Bendita,

que reposa aliviada en seis trabajaderas.

¡Siempre de frente Padre, hasta alcanzar lo Eterno!,

 tu nuestro capataz, nosotras costaleros,

del Divino Evangelio que da tu magisterio.

Levanta tus santas manos y danos tu bendición,

signa en la frente de Cádiz tu amor y tu protección.

Ya se avecina el Domingo de las Palmas y los Ramos

y como niños de estreno, siempre a ti nos acercamos.

Cógete fuerte al martillo y llama firme al patero,

que estamos todas ya puestas para levantarte ¡al Cielo!

¡Al Cielo con el Rey de la Gloria!

Irene Gallardo Flores

Cádiz  Cuaresma  de  2009










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.