Abel González dio un pregón lleno de chicotás con aroma a Semana Santa
Francisco Santiago. No es fácil dar un pregón sabiendo que tienes un público especial ante ti, en este caso en pie la mayoría al faltar asientos en el incomparable marco de la Casa de Pilatos.
Hablar de costaleros a costaleros tiene mucho de prosa, algo de verso y mucha “guasa” y Abel supo ir de frente, de costero a costero, mandando, dando las órdenes precisas y mandando parar para recibir los aplausos.
Como en todo pregón actual, hubo de todo, “de frente valientes”, con llamadas a la vida con un no rotundo a la eutanasia. Un NO transformado en estampa de la Esperanza Macarena, la Virgen de Abel.
Miguel Andreu hizo las veces, como es habitual, de presentador, haciendo un recorrido por la historia del pregonero y dando un cariñoso adiós a Fray Carlos. Se estrenaba a los sones la Banda de Música de Las Cigarreras y al final del acto se hizo entrega del pregón a los asistentes.
La edición del Texto del XXIX Pregón del Costalero lleva como portada una foto histórica del año 1933 que recoge a los grandes capataces de aquella época a los cuales en el texto del Pregón se les hace diversas referencias.
Los donativos que se obtengan por la entrega del mismo irán destinados a la Bolsa de Caridad "Madre de los Desamparados", de la Hermandad y en cuya Acción Social atienden de forma prioritaria las necesidades, tanto materiales como espirituales, de todos aquellos miembros de la Hermandad en circunstancias adversas, así como personas del entorno.
Pueden obtener más información en:
www.hermandadsanesteban.org/obra.htm
Fotos: Francisco Santiago.