Más sobre el Varón de Dolores de la mano de su autor.

Daniel García Acevedo. Los días 19 y 20 de noviembre ha estado en Devoto Besamanos el Titular Cristífero de la Hermandad de la Virgen del Sol, el Santo Varón de Dolores, en su oratorio del Plantinar.
Ya habrán visto todas las galerías que tan magníficamente se han insertado en esta web sobre la portentosa talla, pero hemos querido, aprovechando que se encontraba allí su autor José Manuel Bonilla Cornejo, para que nos comentara un poco mas sobre esta Imagen tan desconocida por algunos, cuya iconografía tiene profundidad bíblica.
En primer lugar, nos comenta su autor: Esta talla no es alegórica como piensa la mayoría sino simbólica.
Esta sacada de la profecía de Isaías, reflejado en la Biblia en el pasaje del Siervo del Señor. Por cierto, les recomiendo que se la lean.
Este Cristo es como el Alfa y el Omega, el principio y el fin del mensaje de salvación, y desde esta particularidad hay que entenderlo.
El Varón de Dolores esta pisando un cráneo que baña con su sangre. Representa a Adán que según la leyenda estaba enterrado en el Calvario y simboliza la redención del género humano por el primer hombre.
La Cruz representa el triunfo sobre el mal, que esta simbolizado con la serpiente con la manzana en la boca y que es un remedo del árbol del paraiso. La serpiente se revuelve vencida. La Cruz hendida en tierra la redime.
El INRI de la Cruz, tiene la particularidad de que está al revés, porque la escritura de los judíos es de derecha a izquierda, la contraria a la nuestra, y al escribir en griego y en latín también se puso de derecha a izquierda, siguiendo el modelo de INRI que se custodia en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma.
La policromía del Señor es otro dato a destacar, ya que el autor ha querido darle una característica especial. Tiene una tonalidad distinta a la que estamos acostumbrados, porque se trata de un Cristo glorioso y dolorso al mismo tiempo, triunfante sobre la muerte y el dolor.
Tiene dos colores distintos de sangre, la que derramó antes de morir y la de después de esta. Lleva todos los signos de la Pasión, hasta hematomas en brazos y piernas. La espalda es desgarradora.
Desde luego, leyendo la profecía de Isaías del Siervo del Señor, es mucho mas comprensible entender esta advocación simbólica.
Por último, darle las gracias a José Manuel Bonilla Cornejo por sus magnificas y esmeradas explicaciones sobre su talla y su simbología, esperando haberlas reflejadas bien, y a Eusebio Álvarez Ossorio, Hermano Mayor de la Corporación, por haberle desmontado momentáneamente la iluminación con la que había sido preparado el Besamanos, para la confección de la galería.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.