Provincia. Ntra. Sra. del Pilar en su Mayor Dolor procesionó por su barrio de Montequinto

Eduardo Fdez. López. El pasado lunes 12 de octubre la Agrupación Parroquial Humildad y Pilar de Montequinto realizaba su salida procesional con su dolorosa titular, Nuestra Señora del Pilar en su Mayor Dolor, finalizaban así los cultos celebrados durante la semana en su honor.

Esta dolorosa que realizara el pasado año el jóven imaginero José María Leal y bendecida en su parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz de esta barriada de la localidad de Dos Hermanas procesionó por primera vez en un paso portado por costaleros.

Concretamente el cedido por la sevillana Hermandad de la Candelaria y en el que procesiona cada Martes Santo María Santísima de la Candelaria, a excepción de los varales y palio.

A las seis de la tarde salía el paso desde el anexo al Centro de Salud de Montequinto ya que las dimensiones de la puerta de la Parroquia impiden la salida de la imagen desde su interior, comenzaba así el procesionar de la bella dolorosa aunque con un recorrido más corto al previsto ante la amenaza de posibles lluvias alrededor de las diez de la noche.

Fue sólo la lluvia de flores caída a la salida del Edificio España la derramada sobre la imagen, bañada también por el sol de la tarde, era la primera vez que los hermanos y devotos de la imagen conocían el rostro de la Virgen del Pilar iluminado completamente por el sol.

La Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas con su variado repertorio puso los sones musicales a una procesión en la que la dolorosa de Montequinto se vió arropada en todo momento por una gran cantidad de público a su alrededor.

A las diez y media de la noche a los sones de "Virgen del Valle" acababa todo, ya no será hasta el Sábado de Pasión de 2017 cuando esta jóven y activa Agrupación Parroquial vuelva a realizar su salida procesional, más de un año sin volver a ver en la calle a una imagen que ha cautivado a todo un barrio y que espera cada día en su altar cruzar su mirada a cada uno de estos cautivos que la veneran.

Fotos: Eduardo Fdez. López