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Preocupación por el mal estado de las cubiertas de Santa María la Blanca. Luis Sánchez Molini. Diario de Sevilla.


Tanto en la Delegación Provincial de Cultura como en la Diócesis de Sevilla existe preocupación por el mal estado en el que se encuentran las cubiertas del templo parroquial de Santa María la Blanca, una de las joyas del patrimonio sevillano cuyo origen se remonta al siglo XIII, época en la que fue la principal sinagoga de la Judería de la ciudad.

De hecho, desde hace más de un año, hay un proyecto de intervención realizado por el arquitecto Óscar Gil Delgado para sanear el techo del templo. Según ha manifestado el técnico a este periódico, "el estado de las cubiertas está muy mal, con numerosas vigas rotas. Además, las que se repusieron en tiempos modernos son de rollizo [troncos], un material de muy baja calidad que no garantiza la conservación".

Aunque el estado las cubiertas no es tan grave todavía como para temer por un posible derrumbe, sí hay alarma por el peligro que corre el rico patrimonio que acoge el templo. En especial por las yeserías barrocas que adornan las bóvedas de Santa María la Blanca, pieza única en su género. El problema fundamental es que el deterioro de la techumbre provoca filtraciones de agua durante los días de lluvia que ya están afectando a estas yeserías.

La situación no es nueva. Hace ya unos años se localizaron filtraciones en la zona del ábside, justo donde está el camarín de la Virgen. "Entonces se realizó una intervención de urgencia para salir del paso, pero ahora es el momento de arreglar el problema definitivamente", dice el arquitecto.

Últimamente, asegura el párroco del templo, Manuel Mateo, también se detectaron filtraciones en la llamada Nave del Evangelio. "Durante las últimas lluvias torrenciales estuvimos muy preocupados. Como la situación siga así el agua va a terminar causando un daño irreparable", dice.

Elaboradas en la segunda mitad del siglo XVII, cuando la antigua sinagoga (transformada en iglesia cristiana en 1391) adquirió en su interior el actual aspecto barroco, las yeserías son obra de los hermanos Pedro y Miguel Borja, quienes –según parece– siguieron los dibujos, adornados con ángeles y motivos vegetales, trazados por Pedro Roldán. El deterioro irreversible de éstas sería una grave pérdida para el patrimonio artístico de la ciudad, según los especialistas en Historia del Arte.

La situación de Santa María la Blanca no ha pasado desapercibido en las reuniones que periódicamente mantienen representantes de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Diócesis de Sevilla para buscar soluciones a los problemas del patrimonio de la ciudad (las conocidas como ponencias técnicas).

Según el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, en una reunión celebrada recientemente, la Junta ofreció a la Iglesia aportar el 80 por ciento de los 800.000 euros que costaría el arreglo de las cubiertas, una oferta generosa si se tiene en cuenta que el convenio marco firmado entre la Consejería y la Iglesia limita al 50 por ciento las aportaciones de la Administración andaluza para los proyectos de restauración de inmuebles históricos religiosos.

"El proyecto no es fácil de ejecutar, porque, paralelamente al trabajo en las cubiertas, hay que montar una estructura para proteger durante las obras las yeserías de las bóvedas", indica Bernardo Bueno.

Por su parte, el vicario de la zona centro, José Luis Peinado, asegura que "no habrá problema" con el 20 por ciento que tiene que aportar la Diócesis. Sin embargo, y aunque afirma que se acometerán en "un breve plazo", Peinado no supo concretar la fecha en que comenzarán los trabajos. En general, la Iglesia no es muy favorable a las obras por fases, porque obliga a cerrar los templos durante mucho tiempo, lo que impide la labor pastoral que les es propia.

www.diariodesevilla.com










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