Provincia. Crónica de la Peregrinación de la Hdad. de la Virgen en su Soledad de Cantillana, a la Parroquia de Villaverde del Río, por el Año Santo Jubilar en honor a Ntra. Sra. de Aguas Santas

Arte Sacro. La Muy Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima en su Soledad, Excelsa Patrona y Alcaldesa Mayor Perpetua de la Villa de Cantillana, adscrita a la Venerable Orden Tercera de los Siervos de María, peregrinó a Villaverde del Río con motivo del Año Santo Jubilar que la Santa Sede ha concedido a la Hermandad de la Virgen de Aguas Santas en el 450 aniversario de la aprobación de sus primeras reglas conocidas.

La peregrinación tuvo lugar el pasado sábado 25 de junio, Festividad del Inmaculado Corazón de María.

A las 8:00 horas se inició la peregrinación desde la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, de Cantillana, viniendo a pie hasta Villaverde.

Fueron recibidos por miembros de la Junta de Gobierno de la Pontificia, Real, Franciscana, Muy Antigua, Devota, Fervorosa e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora Santa María de Aguas Santas, Coronada, Apud Deum, Patrona Canónica y Alcaldesa Honoraria Perpetua de Villaverde del Río.

A las 10:30 horas la Hermandad cantillanera, partió corporativamente desde la Casa Hermandad del Santísimo, hasta la Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción, donde a las 11:00 horas se celebró la Santa Misa Jubilar ante la Sagrada Imagen aparecida de Nuestra Señora de Aguas Santas.

La Eucaristía estuvo oficiada por Manuel Martínez Valdivieso, Pbro., Párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Cantillana y Director Espiritual de la Hermandad de la Soledad.

Después de la celebración de la Eucaristía, tras dar el cuadro recordatorio de la peregrinación, el Hno. Mayor villaverdero recibió de su homónimo cantillanero una pulsera para que la Santísima Virgen de Aguas Santas la pueda utilizar como “cinturilla”, con el corazón y los siete puñales en el centro de la misma.

Cabe destacar la histórica vinculación de la Virgen de Aguas Santas con Cantillana, a donde fue en varias ocasiones en rogativas, con motivos de epidemias y sequias. Los Condes de Cantillana, hermanos de la Soledad, fueron grandes devotos de Ella, siendo patronos de su convento franciscano, y dejaron en el pueblo cantillanero, una Imagen que aun procesiona en el día del Corpus Christi.