Nuevo libro. La Divina Pastora, tema sevillano y embajada

Arte Sacro. La delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla ha editado el libro “La Divina Pastora de Santa Marina. Apuntes Históricos y Artísticos de la Hermandad de la Divina Pastora de Santa Marina”, escrito por Juan Martínez Alcalde.

Para comenzar, el autor destaca que de entre las numerosas advocaciones marianas (más de dos millares) existentes en la ciudad de Sevilla, tan sólo de una se puede decir con propiedad que la Divina Pastora es la que ha nacido en nuestro suelo para extenderse después universalmente.

Esta popularísima advocación constituye, pues, la más genuina expresión del sentimiento hispalense, capaz de crear una nueva iconografía llena de colorido, cuyo éxito fue fulminante y arrollador. Parece increíble que, en el medio siglo escaso que media entre 1703 y 1750, la advocación que Fray Isidoro diera a conocer públicamente en la Alameda de Hércules, y que al morir éste, hubiera llegado ya a los más remotos y alejados confines del Nuevo Mundo, atravesando océanos, escalando montañas, penetrando en regiones tropicales y selváticas convertida siempre –gracias a misioneros capuchinos– en una bandera de apostolado carismático y civilizador. Tiene que ser un protestante alemán, el gran geógrafo Alexander von Humboldt, quien posteriormente se haga eco de un poblado o misión llamado Divina Pastora, perdido en las regiones equinocciales, del cual elogia la belleza y regularidad de su construcción.

Parece increíble también que, al cabo de tres largos siglos, y de sortear no pocas peripecias históricas, subsista todavía la misma floreciente institución a través de la cual se inició y se encauzó todo ese proceso que ahora goza de dimensiones inabarcables y universales como es la Primitiva y real Hermandad de la Divina Pastora de las Almas y Santa Marina, a la cual se dedica el contenido de este libro, que el autor considera sólo como “Apuntes”, pues si tratáramos de abarcar con mayor amplitud toda su amplísima trayectoria, se necesitarían tal vez tres volúmenes, uno por cada centuria transcurrida.

A través de este libro se podrá conocer toda la historia de la Hermandad, que va desde la primera y humilde santera de la capilla “María Cintada” hasta el propio Papa de Roma, quien reconoce y aprueba la iconografía creada por Sevilla, concediéndole incluso un oficio litúrgico propio, lo cual ocurre en muy raras ocasiones. En esta nueva publicación, se plasma perfectamente cómo el fundador de la dinastía borbónica, Felipe V, se incardina con la Hermandad y se convierte en protector de la misma, al aceptar el cargo de Hermano Mayor Honorario, que transmitirá a sus sucesores, llegando hasta el monarca actualmente reinante. En el libro también se destaca cómo los artistas Tovar y Gijón dan forma plástica al nuevo título, creando el primer lienzo pictórico y la primera escultura de talla, cómo diversos santos o beatos se enamoran de este título, y lo hacen objeto de su evangelización o de sus devociones.

Otro de los apartados interesantes del libro es el que está dedicado al patrimonio artístico de gran solera de la hermandad reflejándose todos los datos sobre el Simpecado donado por el Duque de Osuna, el Ostensorio de Guzmán, el retrato del Fundador Soriano, los juegos de varas de inapreciable belleza, y la más artística Cruz de Guía que encabeza las procesiones letíficas de Sevilla. Se relatan momentos trágicos vividos en la corporación, destacando todo lo que aconteció cuando la escultura de Nuestra Señora subsiste de manera impensable al fuego de su templo de Santa Marina, y que queda aislada en medio de una cruel lucha fraticida, dispersándose su redil, que ya no volverá a constituirse dentro de este barrio...

En el libro se destacan los sucesivos cambios de sede, hasta recalar en 1992 en su capilla actual, ubicada en la calle Amparo. Si el Ayuntamiento de Sevilla, a instancias de la Hermandad, colaboró de forma decisiva al rescate de dicha capilla, es muy natural que también desee divulgar la historia de la institución que lo hizo posible. Con ello se convierte en bastión de la cultura y de las tradiciones populares, pues como bien dijo un clásico: “La cultura que no la ha hecho el pueblo, está aún por hacer”.

Dentro de esta nueva obra figura en un lugar destacado la crónica minuciosa de los múltiples actos con que la Hermandad ha celebrado su tercer siglo, coincidiendo todos ellos con la proclamación de cardenal a Fray Carlos Amigo Vallejo. 

La portada del libro es obra de Francisco Santiago, basada en la portada que editó la Revista Miriam con motivo del III Centenario de la advocación pastoreña.