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Última hora. La Consejería de Cultura muestra en el Alcázar de Sevilla los bienes restaurados del Salvador


Arte Sacro. La consejera de Cultura, Rosa Torres, ha inaugurado en el Alcázar de Sevilla la exposición 'El Salvador en el IAPH. Conservación de un patrimonio histórico devocional', que muestra una selección de la valiosa colección artística de la Iglesia del Divino Salvador restaurada durante cuatro años en los talleres del Instituto Andaluz de Patrimonio Artístico. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 9 de diciembre.

De los 53 bienes artísticos -pinturas, esculturas, orfebrería, textiles y piezas del patrimonio documental- intervenidos por el IAPH, se han seleccionado 42 según criterios de valor cultural e interés científico en su investigación y restauración. La Consejería de Cultura ha invertido 797.432 euros en la recuperación de estas obras del patrimonio cultural de Andalucía, pertenecientes a una de las iglesias más importantes de Sevilla, la segunda más grande tras la Catedral, que se levanta sobre los restos de la antigua Mezquita Mayor de la ciudad.

La exposición ofrece de este modo la oportunidad única de contemplar la mayoría de estas piezas de modo aislado artísticamente, ya que a su regreso a la Iglesia del Salvador quedarán incluidas en el programa iconográfico y litúrgico del templo. También se pretende presentar al público el proceso de intervención seguido por el IAPH, caracterizado siempre por el rigor científico y el máximo respeto por el original.

Aunque todas las obras tratadas presentan un gran interés, cabe mencionar por su especial significación la escultura de San Cristóbal (1597-1598) de Juan Martínez Montañés; los dos colosales Ángeles lampadarios (1771-1778) de Cayetano de Acosta; la pareja de óleos de cabezas cortadas de San Pablo y San Juan Bautista (1670) de Sebastián de Llano Valdés; la pintura de Santa María Magdalena (1632-1634) de Pedro de Camprobín; la Cruz Parroquial (siglo XVIII) de Luis de Acosta; el conjunto escultórico Santa Ana y la Virgen (1714) de José Montes de Oca o el Libro de Reglas (finales del siglo XV-primera mitad del XVII) de la Hermandad de la Virgen de las Aguas.

Cinco núcleos narrativos

La exposición presenta un desarrollo cronológico basado en los hitos históricos y artísticos de la iglesia en torno a los que se aglutinan estas obras de arte. El programa museológico plantea así cinco núcleos narrativos: el primero o etapa de la fundación de la colegiata-mezquita (1248-1590), momento de la primera ornamentación del templo cristiano, comprende una serie de bienes muebles relacionados con la primera época de la iglesia cristiana, en la que se cambia el eje de oración de la antigua mezquita para adaptarlo a templo cristiano.

El segundo núcleo de la exposición hace referencia a la época manierista y barroca (1590-1679) de la iglesia, periodo en el que se adopta un nuevo programa iconográfico al producirse la renovación ornamental del templo de la mano de artistas como Bernardo Simón de Pineda, Martínez Montañés o Juan de Oviedo.

La tercera etapa es la de la reconstrucción del nuevo templo (1679-1712), bajo el mecenazgo del arzobispo Manuel Arias y Porres y caracterizada por el enriquecimiento ornamental. Las obras respetaron la planimetría del edificio hundido en 1679 y a su terminación, lo que dio lugar a fastuosas fiestas de inauguración, se comenzó un nuevo ciclo de actividades artísticas para paliar las deficiencias ornamentales de la iglesia, encargando los propios capitulares y devotos de la feligresía numerosas esculturas, pinturas, platería, tejidos, etcétera, con destino a decorar las diversas capillas.

El siguiente núcleo corresponde a la iglesia actual (1712-1852), periodo de culminación de la ornamentación. En este apartado se incluyen la mayor parte de los bienes culturales incluidos en el programa de conservación. En esta etapa histórica se quiso decorar el edificio de la colegiata de manera espléndida, para lo que se levantaron tres extraordinarios retablos que se conservan en su ubicación original: el retablo mayor, el retablo-pórtico de la capilla sacramental y el retablo-camarín de la Virgen de las Aguas.

La quinta área de la exposición se centra en la devoción a la Virgen de las Aguas, especialmente en el siglo XVIII, que por su importancia histórica y devocional se ha mantenido a través de los siglos.

Foto: Escultura de San Fernando, de Quirós y Meneses / Arte Sacro










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