Nicodemo en San Andrés. Alberto de Faria Serrano.
Tal vez no sea figura relevante de las escrituras ni posea un papel preponderante en la vida de Jesús. Pero sí la tuvo en su óbito y en su Resurrección. Su imagen subido a la escalera en el Descendimiento o trasladándolo al Sepulcro de Arimatea lo hacen convergir en una figura esencial para entender la Caridad Cristiana.
Esta noche por las naves de San Andrés, un puñado de Nicodemos y Arimateas honrarán su memoria, al mismo tiempo que elevarán el rito a la solemnidad precisa que los hermanos de Santa Marta de la misma Caridad de Dios, e inundará las limpias bóvedas celestiales de su sencillo legado. ¿Cuantas capuchas y túnicas marrones no vestirán por debajo de sus trajes, sean de firma o en los camposanto de jardinero o en el rio de buzo? ¿Cuantos brazos resistentes no portarán encomiablemente el Sudario de la Caridad? ¿Cuántos nobles espíritus no siguen hoy día dando cristiano sepultura al que no la tiene?.
Foto: Paco Dópido.