Un Sueño. ¿Y si la Soledad se trasladase a Las Misericordias?

Francisco Santiago. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios cerrará en breve su casa de la Plaza de Zurbarán, al trasladar a los ancianos allí recogidos a su casa grande de la calle Sagasta.

Este hecho propiciará igualmente que la iglesia de Las Misericordias quede cerrada a cal y canto, aunque en ella aún residen las hermandades letíficas de Guadalupe y del Mar.

Si nos ponemos a divagar por la historia, esta iglesia nace en pleno barroco, allá por el siglo XVII, con retablo barroco de Simón de Pineda ejecutado en 1668. Dicen que durante la estancia de Pasión en este templo, no se permitió que el Señor presidiera el Altar mayor al albergar el mismo una talla Mariana pequeña realizada por el "Dios de la Madera", ejecutada con anterioridad al Nazareno.

Aunque no tenemos constancia de esta talla referida, lo cierto es que este bello templo con obras del mencionado Simón de Pineda, Domingo Martínez, o Roque Balduque o anónimas barrocas, quedará posiblemente en estado de letargo a la espera de un uso más propicio para lo que Sevilla en sí misma es y representa, una ciudad que vive del turismo y que se encuentra con la mayoría de los templos que cobijan este estilo cerrados a cal y canto.

Por eso quizás sea el momento de que la Hermandad de Penitencia de San Buenaventura mueva ficha y quizás, el NO del Santo Ángel,  la lleve a un templo barroco de gran valía artística e histórica que puede dar doble sentido al criterio de la orden "hospitalaria" que hasta ahora la ha regentado y, además la acerque a sus orígenes fundacionales en los aledaños de la Calle Feria.

Además, la historia nos ha dejado ver y conocer cómo las hermandades de La Virgen de la Alegría, San Juan Bautista, Santo Entierro, La Amargura, La Cena, Redención, Siete Palabras y Pasión han compartido con mayor o menor fortuna, los muros de este centenario templo.