Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • viernes, 26 de abril de 2024
  • faltan 352 días para el Domingo de Ramos

"Trianero de Vida". Antonio María Lebrero Ramírez.


Hoy es de esos días otoñales en el que piensas en lo que queda atrás, en el camino recorrido y en quien estuvo en algún momento en él. Y lo hago mientras asisto a la celebración de la Eucaristía donde, alrededor mío, muchas caras conocidas conforman la escenografía participativa del lugar en el que nos encontramos de marcado carácter cofrade.

En esta Eucaristía enterrábamos al amigo y compañero, lamentablemente yo no puedo decir que podía tener por amigo a la persona a la que quiero recordar, sencillamente porque la palabra amistad tiene para mí mucho respeto y no debemos ni podemos otorgarla así como así, pero sí puedo decir a boca llena que sí fue mi compañero. Y no sólo un compañero cualquiera,  sino la persona que durante muchos años fijó junto a mí uno de los cuatro zancos de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras. Fueron muchos ensayos, muchas salidas procesionales, muchas risas y lágrimas y siempre, digo siempre, Isidro estaba allí, aunque me vas a perdonar pero te diré como te llamábamos cariñosamente, “Torri”, por eso, “Torri” siempre estaba allí.

Hoy has recibido el mejor homenaje que tu Sevilla y Triana cofrade podían tributarte. Eras un buen cofrade en silencio, sin aspavientos o cargos de Junta de Gobierno. Has querido irte de la mano de San Francisco de Asís y has querido también que este día, en el que acudías a la llamada del Señor, fuera lo más parecido a nuestra primavera cuaresma. En la lejanía, sones de Virgen de los Reyes ensayando en San Jerónimo te recordaban los 30 años que la disfrutaste desde sus comienzos; el paso racheado de los que fueron tus compañeros de cuadrillas marcaban, paso a paso, tu último traslado. Escuché bien durante la Misa que el Cachorro vuelve a Triana para morir, pero tú difícilmente morirás en espíritu y alma, aunque lo desearas, en Triana porque sé que muchos te recordaremos y hoy lo hemos demostrado estando junto a ti y tu familia, despidiéndote Hermanos Mayores, Capataces, Costaleros, músicos de esa Agrupación que viste nacer y crecer. En definitiva, cofrades y amantes de lo nuestro que seguramente estarían pensando que, con lo tímido que eras, te abrumaría ver a tantos en torno a ti y demostrándote tanto cariño como te tenían.

Hoy, Isidro Martínez de la Viña, has entrado por la puerta grande del cielo, ese cielo azul que te cubría desde tu altozano trianero y te llevaba a tu Plaza de Molviedro todos los Domingos de Ramos, ese azul de cielo que se convertía en plomizo todas las tardes de Viernes Santo y te acompañaba viendo como tu Cachorro “trianeaba” entrando en Sevilla, ese cielo que te ha querido recoger, creo que demasiado pronto, para que seas el compañero, el fijador que abrace a los zancos de nuestro Todopoderoso.

Tengo por seguro que alguna noche te volveré a encontrar, solo y pensativo, volviendo de Triana y que me contestarás con tu eterna sonrisa. Y esperaré que me cuentes cómo es esa Sevilla Eterna donde ahora vives; cómo convives con Dolores o Patrocinio, con Expiración o tu bien amado Jesús Despojado y si el Postigo tiene la misma Pasión que el nuestro, si tiene un rio que suspira por un Viernes Santo y si es verdad que la “Acostaíta” vela tanto por nosotros…

Hoy, estoy también muy seguro, muchos recordarán por siempre lo buena persona que eras. Hoy es lo mínimo que podía hacer, recordarte a través de las líneas que me ofrece este medio. Hoy, Torri, te fuiste para quedarte por siempre entre nosotros. Descansa en Paz.

Antonio María Lebrero Ramírez

Fotos: Francisco de Borja Cordero Murillo.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.