Arte Sacro
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QAresma. Súmun (que summun que tum)


 Francisco Santiago. Hay gente que no cambia con el tiempo ni con los errores cometidos, simplemente corren un tupido velo y siguen en sus trece hasta que, de nuevo, vuelven a caer hasta que llega la Tercera Caída.

Ellos creen que son el súmmum, aforismo latino que poco tiene que explicar: “lo más”, “en lo más alto”. Todos somos fantasmillas en algún que otro momento, eso de llevar “un farol” de vez en cuando te da caché, una especie de “pecadillo venial”, como diría Ned Flanders, pero de ahí a que el farol esté todo el día encendido…

Ellos viven en perfectópolis. Sus noticias son las más contrastadas, sus cuadros los más chick, sus fotos las mejores, o sus blogs punto y aparte, son los mejores amigos de sus amigos y sus opiniones van a misa. Los hay hasta que se presentan en los actos en nombre de un “Grupo de Comunicación”, pero jamás se le ha visto emitiendo o lo que es peor, trabajando.

Nadie es perenne en este mundo paralelo a la realidad cotidiana, ese que se conforma en el personal que se arremolina en torno a las Hermandades y Cofradías. Los hay creyentes porque pertenecen a una hermandad, pero por nada más. Los hay que vejan e hieren los sentimientos de otros sólo por pertenecer a hermandades nuevas, los hay que se hacen pasar por abogados eruditos, cuando en la Universidad sólo se les recuerda por los pasillos pero jamás en clase…

Hay mucho iluminado en nuestra religiosidad popular y en todas sus vertientes. Pero esa supuesta luz,  tarde o temprano se apagará y les devolverá al estado real, ese que les ha llevado a ser personajes secundarios de la otra Pasión, en unos casos Judas (por vender a compañeros o hablar de lo que no se debía), en otros a regalar estampitas (porque las fotos ya no se las compra ni Dios), a rogar un puesto de trabajo (porque los que se lo podían dar están ofendidos o fuera de juego) o simplemente a agachar la cabeza cuando pasas junto a aquellos que pretendieron ser sus amigos y, una vez más, les clavaron ese puñal cofrade que tan buen uso sabe darle el sevillano de capa y cola.

Sueñan con ser grandes, con ser importantes. Qué más da. Pero sólo queda, un poco más tarde la luz del farol, para alumbrar tu soledad. Del album Sombra y Luz (Triana)










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