Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • sábado, 11 de mayo de 2024
  • faltan 337 días para el Domingo de Ramos

¿Escuela "laica"? Los padres deciden. Mons. Demetrio Fernández González, Obispo de Tarazona.


octubre de 2005

¿Quién tiene derecho a educar a los niños y a los jóvenes? -Los padres son los primeros educadores de sus hijos. Y cuando los padres buscan un colegio para sus hijos quieren que se les enseñe una visión de la vida acorde con lo que ellos ven. Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, y hasta que los hijos llegan a decidir por su cuenta, son los padres quienes deciden por sus hijos en todos los campos. También, y principalmente, en éste de la educación.

En nuestros días, asistimos a un debate de enormes consecuencias para el futuro de nuestros hijos. El gobierno socialista quiere que la escuela sea “única, pública y laica”. Así lo han expresado en sus programas electorales. Y así están procurando llevarlo a la práctica, contra viento y marea. Con esta propuesta, convierten al Estado en el principal (y a veces, el único) educador de sus ciudadanos, desplazando a los padres del derecho natural que tienen de educar a sus hijos, incluso dentro del ámbito escolar.

La escuela “única, pública y laica” no admite que haya otras instancias educativas, como puede ser un colegio de iniciativa social constituido por un grupo de padres, o de profesores. O un colegio de la Iglesia, que quiere ayudar a los padres en la educación de sus hijos desde una visión cristiana de la vida. Con este programa, aquí el único que puede educar es el Estado. El derecho a la educación que tienen los padres queda anulado, y el Estado absorbe una función que no le corresponde, adoptando una postura dictatorial. La Constitución española, en su artículo 27, reconoce este derecho de los padres, estableciendo la libertad de enseñanza. La propuesta de nueva ley de educación ignora este artículo.

Pero, además, este programa de gobierno promueve una escuela “laica”. Es decir, una escuela en la que esté totalmente ausente el tema de Dios, como si Dios no existiera. La palabra “laico” tiene muchos significados, y uno de ellos correctamente entendido expresa la autonomía de las realidades de este mundo para gobernarse según sus propias leyes, nunca en contra del Creador.

Ahora bien, el uso más frecuente del término “laico” viene a significar un ataque a todo lo religioso. La laicidad no sería un espacio neutral, donde quepamos todos, creyentes y no creyentes. La laicidad que se predica consiste en imponer a todos, creyentes y no creyentes, una visión confesionalmente atea de la vida. El ateismo sería la nueva religión que habría que imponer a todos, quieran o no. ¿Cabe mayor dictadura y totalitarismo? ¿Hasta dónde quieren llegar en el recorte de libertades y de derechos fundamentales de la persona?

Este modelo de sociedad, y por tanto de escuela, no responde a la realidad que vivimos en España, donde el 80 % de padres expresa cada año su voluntad de que sus hijos se eduquen en una visión cristiana de la vida.

Es preciso reaccionar ante estos ataques a la libertad de enseñanza, que van a influir tan decisivamente en la educación de nuestros hijos. Los padres tienen la palabra, ellos son quienes deciden. Y en la defensa de estos derechos y libertades, contarán siempre con el apoyo de la Iglesia, amiga del hombre y de las libertades, que siempre ha defendido que los primeros educadores de los hijos son los padres.

Con mi afecto y bendición:

 

Mons. Demetrio Fernández González,
Obispo de Tarazona










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.