Siglo XXI, el retorno de los pleitos y conflictos a nuestras hermandades.

Francisco Santiago. Me da la sensación que el profesor Carlos Manuel Romero Mensaque va a tener que hacer una revisión a su libro Pleitos y Conflictos, visto el panorama actual de nuestras Cofradías. A partir del siglo XVIII las hermandades, tras el auge vivido en el siglo XVII, tuvieron una etapa donde los pleitos, conflictos y problemas fueron la tónica más habitual. 

Desde los problemas entre hermanos, conflictos con otras hermandades por orden y antigüedad o la casi nula formación religiosa de sus hermanos, chocaron frontalmente con problemas que venían del exterior causados por política (1783,1837,1854), invasiones (1810), cambios en el Estado (1820, 1932) o la propia Guerra Civil (1936-1939).

En la actualidad nuestras hermandades vuelven en muchos casos al siglo XVIII, siendo los conflictos internos los más habituales. Hoy en día el enemigo de nuestras Cofradías podemos decir que está en la propia casa de hermandad, siendo la tónica habitual en casi todos los Cabildos de Elecciones, la puñalada (virtual) por la espalda, el acoso y derribo o el sacar los trapos sucios, sin olvidarnos de los “cortijos” en los que algunos han transformado algunas corporaciones.

En algunos casos el poner una gestora no es suficiente, porque se sigue haciendo “guerra de guerrillas” interna, formada en los diferentes grupos de oposición que pretenden acceder al “poder” que se les ofrece el estar en la Junta de una Hermandad.