Servitas. Cuando las cruces de mayo nos retornan a la niñez

Francisco Santiago. La Real Hermandad Servita citaba a los más pequeños para la celebración y procesión de la Cruz de Mayo el sábado 4 de mayo.

Allí el mayor era el capataz y el resto con la comunión aún por hacer en la mayoría de los casos. Es una cruz de mayo de las que se montan para que disfruten los más pequeños, para que el único trabajo de los mayores sea como mucho, el de "aguaó" o el hacer fotos a los hijos, nietos y sobrinos.

Y así hicieron los peques, no sin comenzar con una ofrenda floral a la Virgen de los Dolores y el Dios te Salve, antes de partir a recorrer el magno entorno de la Plaza de Santa Isabel.

Tras el arduo recorrido y el disfrute, un refrigerio culminó el acto que, de seguro, no olvidarán en mucho tiempo y crea cantera para un futuro no muy lejano, donde los niños serán nazarenos de pro en el Sábado Santo.

Fotos: Francisco Santiago