Arte Sacro
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A los priostes. Javier Ramos Sáez


 A aquellas personas que son el alma y la vida de la hermandad en el tránsito de cada día, a ellos van dedicadas mis palabras.

Los priostes son los encargados en cada hermandad (no sólo de Penitencia sino también de Gloria) del buen funcionamiento interno y de la organización del trabajo de limpieza, traslados, imágenes, enseres, cultos, etc.

Son los encargados de la visión última de la hermandad en su aspecto externo. Son el culmen del esfuerzo empleado en cada situación litúrgica que conlleven sus Reglas. A ellos se les debe gran parte de las dedicatorias porque son los que más trabajan y son los menos reconocidos. Sin ellos las hermandades no serían nada.

Otra gran fuerza que arrastra la priostía es la juventud, el gran sello de identidad que nos revela el amor hacia los jóvenes por medio de la palabra de Cristo: “Dejad que se acerquen a mí”. La priostía cuenta con el buque insignia de la hermandad. Ellos son el futuro. Sin la juventud no habría continuidad con lo que debe ser el gran baluarte de cada hermandad.

La priostía y la juventud trabajan codo con codo en cada hermandad de modo silencioso, sigiloso, sin ánimo de lucro, de vanidad ni de intereses y con la mayor convicción e ilusión con lo que hacen.

Hay priostes muy reconocidos como Palomino pero no sólo son ellos. Muchas hermandades tienen priostes que son totalmente desconocidos. Sólo miramos los nombres de los hermanos mayores pero nos olvidamos de los nombres más importantes, sin ellos no sería lo mismo.

Mis ánimos a los priostes de las hermandades de Sevilla para que no decaiga el esfuerzo y desde aquí rendir bendiciones a sus infatigables trabajos y a su día a día para mantener decentemente los aspectos externos que, al fin y al cabo, son los que más predominan para la persona que contempla las imágenes y así también ensalzan la memoria de sus antepasados y continuan la labor que antaño ellos hicieron por nosotros.

Ellos son los que soportan las críticas a tan arduo esfuerzo físico y trabajo empleado. En cuaresma trabajando a contrarreloj y ahora a seguir trabajando para desmontar los pasos y continuar con la vida normal de la hermandad.

Gracias a ellos porque la Semana Santa sigue viva y así poder contemplar los bellos pasos procesionales que cada día santo nos emocionan.

Javier Ramos Sáez.









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