Realizada la ofrenda Floral en la tumba de José Bermejo y Carballo

Antonio Rendón Domínguez. El día 5 de septiembre del 2013, se cumplieron 125 años del fallecimiento de un ilustre sevillano, un personaje que dedicó gran parte de su vida a servir y honrar a las Cofradía de Sevilla y a realizar la primera labor seria de investigación que se había llevado a cabo hasta entonces y yo me atrevería a decir, que casi hasta la fecha actual.

Las Hermandades que se reunieron en este Santo Lugar, tuvieron la enorme suerte de tener en sus nomina de hermanos a José Bermejo y Carballo. Al mismo tiempo, todas las demáss cofradías de Sevilla y toda la ciudad, deben estar agradecidas a tan singular persona, que llegó a estar al mismo tiempo en 8 juntas de gobierno entre Hermandades de Penitencia, Gloria y Sacramentales, en una incesante labor de ayuda y puesta en valor de las cofradías en unos momentos convulsos, como fueron los vividos por la nación en el siglo XIX.

Estamos a orillas de la calle de la fe de este Campo Santo y junto a los restos mortales de José Bermejo, en este acto excepcional, dijo en un pregón un gran cofrade sevillano: y en ese día señalado en que vamos a realizar esa última estación de penitencia, que termina al cruzar la calle central de nuestro Campo Santo, que también como un símbolo se llama de la Fe para dejar depositado nuestro despojo físico bajo tierra sobre la que se alza el Cristo Expirante de las Mieles, a cuyas plantas florecen los rosales entrelazados, como una última oración surgida de la propia muerte de todos los cofrades de Sevilla.

Estamos ante la sepultura de uno de esos cofrades que más han hecho florecer dichos rosales y que hoy con estas flores que se le ofrecen como homenaje, queremos elevar al cielo una oración por su alma y por la de todos los cofrades de Sevilla, que nos dejaron y que nos estarán esperando en la Gloria disfrutando de la presencia de sus sagrados titulares.

 

Fotos: Antonio Rendón Domínguez.