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El Tiempo vivido de Lutgardo García para el Pregón de la Semana Santa


 Daniel García Acevedo. El pregón que ha pronunciado Lutgardo García Díaz en el atril del Teatro de la Maestranza en el mediodía del Domingo de Pasión, 22 de marzo, ha sido un texto, la mayoría en verso, de alta calidad pero de fácil entendimiento en el que el pregonero nos ha transmitido sus vivencias y recordando a los que ya se fueron, a los que están y a los que tienen que venir.

Tuvo citas bíblicas, como Isaiaa 9, y recordó frases de Benedicto XVI. También mencionó a grandes poetas como Becquer, Luis Cernuda, Rafael Montesinos o los Machado.

Casi todos los versos estuvieron dedicados a alguien cercano para el pregonero como el de San Bernardo al poeta Víctor Jiménez, el de la Estrella a García Barbeito, el del maniguetero del Valle a Manuel Lozano, el de la Madrugada a José Ignacio del Rey, el del Gran Poder a Antonio Burgos o el del Padre Nuestro a José María Rubio Rubio.

Destacó el dedicado a su esposa Paula, del que hace ahora 15 años que se conocieron y al que le dedica esta bellísima poesía.

HABÍA dimitido

el viento de las ramas de plata de los álamos,

y el reflejo era un lodo

metálico y brillante por la mañana nueva.

Yo llegué de tu manosin saber que esa orilla,

aquel trozo del mundo

donde fulge una torre

y casas de colores sonríen junto a un río,

iba a ser nuestra vida.

Esa semana estuve pendiente de tu mano,

vigía de tu beso,

ardiendo con el sol de tu caricia.

Ya nos habíamos dado

la palabra de amarnos por encima de todo

y era, al fin, primavera

en las ramas encintas de azahares noveles.

Sobre el puente una Estrella

-buena estrella en mis manos- la noche del domingo

me mostraba universos y marcaba mi ruta

sin yo saberlo entonces.

 Las velas encendidas esbozaban tu cara,

Polar de mi ventura.

Supe que la Pureza es una calle

que lleva a la Esperanza, y lo aprendí contigo

la mañana del jueves

cuando todo es estreno, belleza renacida.

Toda mi vida entonces

dependía de un gesto: tu sonrisa.

Tu luz me iba llegando

por los respiraderos de aquellos veinte años.

Tu cara con la mía

las vimos retratadas, al pasar, en el oro

cansado del canasto

sobre el que el Nazareno arrastraba una cruz

tan lento como el mundo camina en sus elipses.

Y sangraba mi herida,

lo mismo que el costado del Cristo que soplaba

un aliento de estrellas. Así mueren los hombres

malheridos de amor.

Ay amor que me vino, aquel marzo como éste,

-tan frágil como eterno-,

cuando el puente sentía la agonía de Dios

expirando en la tarde donde estaba naciendo

el sueño de los dos.

Hermosa providencia, cristal para mis manos,

simetría en el beso,

buenaventura mía, sueño para mis labios,

amor que día a día vamos haciendo nuevo.

Siguió pasando el tiempo por debajo del puente.

Yo quedé en la otra orilla, donde el sol me despierta

-ay regalo del Cielo- con tu beso en mi frente.

El texto lo dividió en cuatro partes: El tiempo vivido, Estos días, Memoria del corazón y Alma de Vísperas, que es el final del pregón donde habla de las hermandades de Vísperas y termina con una poesía dedicada a Sevilla titulada “¿Conocéis el lugar?, en la que en la última parte de la misma sonaron los acordes de la marcha “Estrella Sublime” mientras Lutgardo la recitaba, por lo que podemos decir que es la primera vez que en este pregón de la Semana Santa suena la música a la vez que la palabra.

 De la parte Memorias del Corazón, queremos resaltar la poesía Volverán las oscuras golondrinas, de Becquer, que el pregonero la adapta de esta magistral forma:

VOLVERÁN las oscuras golondrinas

la mañana de abril a coronar

y otra vez, en la plaza de mis sueños,

la luz anunciarán;

pero aquellas, Señor, que circundaban

cuando mi padre y yo vimos pasar

tu rostro reflejado en los cristales,

esas… ¡no volverán!

Volverán los jazmines, de las calles

donde pasas, las tapias a escalar,

y otra vez, en el alba, al presentirte

sus flores abrirán;

pero aquellos que un día respiramos

al verte desde lejos caminar,

descubriendo tu cara entre las ráfagas,

esos… ¡no volverán!

Volverán otras manos a mis manos

para hacerme sufrir, vivir y amar…

y, al ver que van pasando madrugadas,

sus manos crecerán;

pero como esas manos me elevaron

para que viera un día a Dios pasar,

como esas manos, padre, me quisieron,

¡así no me querrán!

Con esta original poesía, imitando a Manuel Machado, nombró a todas las advocaciones marianas de la Madrugada:

CONCEPCIÓN, desperezo de azahares

en su celda de plata.

La del Mayor Dolor,

corazón traspasado

por la espada del alba

que ya enciende los patios.

Dulce interrogación

en la lumbre sonámbula del palio

de la Presentación.

Esperanza que al río va tornando

taller de argentería.

Angustias donde estrena

sus azules de saya el nuevo día…

y, al fin, la Macarena.

 Por último queremos destacar el bello pasaje en el que tiene un recuerdo para las Hermanas de la Cruz , aunque todo el pregón sería merecedor de estar en esta noticia:

Sabes que un día pregunté a alguien qué sentía vistiendo a su Virgen.

Mi pregunta recibió lo que merecía: una lección a modo de respuesta. Dijo que era emocionante, especialmente, el verse obligada a abrazarla, por momentos, para abrochar los ropajes al torso de la imagen… pero que nada se asemejaba a la emoción sentida cuando había vestido a las personas que acuden buscando higiene y ropa limpia a las duchas sociales de la calle Pagés del Corro.

“¿Y cuándo te vimos emigrante y te acogimos, o desnudo y te vestimos?”10preguntan los justos. La respuesta la conocen bien las hermanas de la Cruz , las hijas de Angelita –como la llamaba Ramona cuando no había brumas en sus neuronas y sus recuerdos eran nítidos como una mañana de julio-, las hijas de María de la Purísima , que hacen de cada día el día del amor fraterno.

Las Hermanas de la Cruz

dicen al pobre, al desnudo…

Dame esa cruz, yo te ayudo

pues también Cristo eres tú.

La Banda municipal interpretó las marchas “Valle de Sevilla” y “Amarguras” y la presentación del pregonero corrió a cargo del Delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, en principio por último año ya que el próximo mes de mayo se celebraran elecciones en nuestra ciudad y podría ser que para el siguiente pregón hubiera otro representante municipal para este cargo.

Gregorio quiso despedirse recordando los momentos vividos desde el último pregón, el de Francisco Berjano, como las extraordinarias de la Macarena y la Paz y la Virgen del Rosario de Montesión en Triana. También recordó efemérides que se cumplen este año como los 450 años de la Hiniesta o los 400 años de Pasión, entre otros y a los que ya se han ido, como la Duquesa de Alba, José Carlos Campos Camacho, Vicente Camacho, Sonia Gallardo, José Ortiz Díaz, Antonio de Leon, Chano Amador, Juan Martínez Alcalde, Antonio Martín Macias, Alfredo Álvarez Mensaque y Julio Molina Orta. Terminó su intervención dando las gracias a todos por estos cuatro años y pidiendo disculpas los errores cometidos.

Palabras del alcalde

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha valorado el Pregón de Lutgardo García como "la mejor manera de anunciar la Semana Santa. Ha sido un Pregón íntimo donde nos ha mostrado sus vivencias de niño de la mano de su padre, que es la mejor manera de poder contarlo".

El alcalde ha destacado tambiénla manera en que el pregonero "se ha acordado de toda su familia, sus padres o sus abuelos, y la forma en la que ha contado cómo su mujer fue determinante en su vida y desde la Semana Santa".

Zoido ha afirmado que el pregonero ha descrito de manera "ejemplar el canto y la loa a las Hermanas de la Cruz, la Madrugada espectacular, la voz propia de la Macarena y el Gran Poder y, cómo no, el Cristo de la Buena Muerte, con una calidad indiscutible, una prosa muy cuidada y un verso propio de un auténtico maestro.

El alcalde ha definido el Pregón como "un elogio a todos los poetas, en especial a aquellos que no pudieron pregonar la Semana Santa, y muy cargado de emotividad". De hecho no puedo dejar de acordarme del espectacular Padrenuestro y del amor con el que se ha despedido de Sevilla.

El alcalde Zoido también ha querido resaltar que "no hay un mejor sitio para pasar la Semana Santa ni mejores hermandades que las de Sevilla. Y es quedesde el conocimiento y el respeto que le tengo a las grandes hermandades de otras muchas ciudades, sinceramente, aquí se vive de una manera muy especial".

Por último el alcalde ha confirmado como ya adelantó ayer este portal en su cuenta de twitter (@ArtesacroT) que el alcalde llevará al Vaticano el "Padre Nuestro de Lutgardo García "pues el míercoles tengo una recepción privada con el Papa Francisco junto al delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano.

Fotos: Miguel Ángel Osuna Abril. 










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