"En cada Lágrima una Vida". Luz por los Donantes de Órganos y de Médula para la Virgen de las Lágrimas

Arte Sacro. En la noche del pasado jueves 4 de abril, tras la Misa de la Hermandad de la Exaltación, en la Iglesia de Santa Catalina  se presentó el cirio dedicado a los Donantes que, un año más, iluminará a la Virgen de las Lágrimas.

En esta ocasión estuvo especialmente dedicado a los Donantes de Médula, siendo encendido y fundido por Cornelio Vela, trasplantado de médula, junto al donante, su hermano Alfonso. Ambos estuvieron acompañados por toda la familia.

El Director Espiritual, Francisco José Blanc, bendijo el cirio y elogió a los donantes quienes, en un acto muy cristiano, dan parte de su cuerpo para salvar a personas enfermas.

El Hermano Mayor, José García Rufo, presentó el acto y reafirmó el compromiso de la Hermandad con las donaciones de órganos y, especialmente, de médula.

El Dr. Pérez Bernal agradeció a la Hermandad este sencillo y elegante gesto y recordó que esta luz junto a la Virgen es un merecido homenaje a los que hacen realidad el “milagro” de los trasplantes: los donantes. Elogió el mensaje elegido por la Hermandad: ”EN CADA LÁGRIMA UNA VIDA”, ya que hay muchas lágrimas derramadas en los enfermos terminales y en las familias de los donantes fallecidos, pero con la generosidad de estos se logra salvar muchas vidas. También agradeció a Encarnación Montero, Diputada de Caridad,  su gran labor de concienciación con las donaciones y felicitó a  Marta Rodríguez por la belleza de la pintura del cirio.

 

Jesús Vaca emocionó a los presentes expresando  sus sentimientos tras la donación de órganos de su esposa, recientemente fallecida. Afirmó que ella sigue viviendo en su corazón y  en las personas que ha salvado.  Agradeció el gran apoyo que ha recibido de la Hermandad.

 

Cornelio expuso sus vivencias como enfermo y como trasplantado de médula, agradeciendo a su hermano el regalo de vida que le hizo. Recordó que ya en España tenemos 400.000 donantes de médula, lo que significa una Esperanza para muchos enfermos.

 

Para finalizar, la saetera Ana Pérez Melero cantó una vibrante saeta, la primera que se canta en el interior de la Iglesia de Santa Catalina tras su reapertura.

Fotos: José Pérez Bernal