Túnica lisa y "Memoria Histórica" en el besamanos del Señor de la Sentencia

Eduardo Fdez. López. El 2 de noviembre, festividad de los fieles difuntos y como es habitual en la hermandad de la Macarena cada primer viernes de mes, el Señor de la Sentencia estuvo expuesto en besamanos.

Durante todo el día fueron numerosos los sevillanos (y no sevillanos), que besaron las manos de la imagen, al finalizar se celebró a las 20:30 horas la solemne misa en su honor ocupando la sagrada cátedra Manuel Gordillo Cañas.

Pero hay que destacar dos cosas de este besamanos, una buena y otra no tanto, la primera y buena el poder contemplar de nuevo al Señor de la Sentencia con una túnica lisa, algo no muy habitual en esta venerada imagen a la que estamos acostumbrados a ver con túnicas de ricos bordados.

La segunda y no tan buena, segun quien la mire, la ley de memoria histórica que algunos piensan implantar en el mundo de las hermandades y cofradías, durante el día de ayer y al menos un servidor durante el tiempo que estuvo en el besamanos pudo comprobar como algunas personas miraban hacia la Señora y comentaban sobre el fajín, sí, el fajín de la Macarena del que tanto se ha hablado en las últimas semanas, poco se comentaba sobre la belleza que desprendía tan hermosa talla vestida de luto.

Como también eran numerosas las personas que se paraban ante la tumba de Gonzalo Queipo de Llano, la persona que regaló ese fajín a la Virgen y que si no es por salir a la luz esta ley que algunos pretenden aprobar, ni siquiera se acordarían de que allí reposan sus restos, los restos de una persona cuyas ideas fueran seguidas o no por algunos pero que seguirá formando parte de la historia de la Semana Santa de Sevilla. 

A continuación pueden ver algunas fotografías de lo que realmente nos interesa, el Señor de la Sentencia en su besamanos coincidiendo con el día de los fieles difuntos, que mejor día para ver también a la Señora de Sevilla vestida de luto, dos imágenes que todos guardaremos para siempre como la verdadera "Memoria Histórica" de nuestras devociones. 

Fotos: Eduardo Fdez. López