La ilusión venció al retraso inicial. Diario de Sevilla

El retraso de la comitiva de los Reyes Magos no superó los treinta minutos en los principales puntos de su recorrido por la ciudad, pese al contratiempo que sufrió el cortejo a su salida de las antiguas cocheras de Tussam, en el barrio del Porvenir. La Cabalgata logró recuperar la demora inicial y la organización evitó así que se vivieran escenas como las del año pasado, cuando el cortejo acumuló hasta dos horas y cuarto de retraso.

Quince minutos después de la hora prevista, una lluvia de caramelos caía sobre las miles de personas que aguardaban en Felipe II el paso de la Estrella de la Ilusión, al ritmo de canciones navideñas e infantiles que interpretaron las seis bandas de música que participaron en el cortejo. Este retraso a la salida, "entra dentro de la normalidad de cualquier cortejo de estas características", explicó ayer Enrique Barrero, presidente del Ateneo. Los organizadores lograron su meta: a las nueve y media recuperaron el tiempo perdido a su llegada a Nervión y a las 22.10 se despidieron del público para entrar en las antiguas cocheras.

En la Plaza de España se produjo el primer parón de la comitiva, que fue acumulando tiempo hasta sumar los treinta minutos de retraso. Los participantes se esforzaron por recuperar el horario previsto, y en la Plaza de Cuba, en torno a las seis y media, los beduinos aligeraron el paso al ritmo de los tambores, pasando a gran velocidad por el barrio de Triana. En el puente de Isabel II, la Estrella de la Ilusión abrió el camino a los Reyes de Oriente a las siete de la tarde. Fue a su paso por el centro histórico cuando Melchor, Gaspar y Baltasar lograron alcanzar la hora prevista.

El nerviosismo entre los organizadores fue patente durante toda la tarde noche porque, como explicó Enrique Barrero, este año han sido muchos los esfuerzos para cumplir con el público de Sevilla. El Ateneo puso ayer todo su empeño para que no se repitieran las dificultades de la edición anterior. Los problemas de organización en 2005 generaron multitud de críticas sobre la organización del evento.

Para evitarlo han sido muchas las novedades que este año 2006 se han incorporado al cortejo de los Reyes Magos: en lugar de tractores, este año se ha optado por vehículos todoterreno, las carrozas se han ampliado un metro de longitud y han llevado faldones de madera para evitar accidentes. Además, por primera vez en esta edición el diseño de las maquetas de las carrozas se realizó por concurso público, se incorporaron 140 voluntarios para apoyar los trabajos de Protección Civil, y se invirtió el sentido del recorrido para regresar por Nervión y que así este "popular barrio arropara la última fase del cortejo, que como es normal suele ser deslucido", comentó Juan Ortega, director de la Cabalgata. Estas medidas, sumadas a la ilusión de más de 800 pequeños que participaron en el cortejo y a la alegría aportada por unos 400 beduinos, permitieron que ayer miles de niños y adultos se contagiaran por la ilusión ante carrozas que brillaron con majestuosidad.

La celebración de un concurso público para seleccionar las maquetas de las carrozas ha sido una novedad aplaudida porque además de aportar creatividad y originalidad al cortejo, permitió la participación de varios creadores, frente a ediciones anteriores. Con un estilo modernista, muy colorista y con volúmenes esculturales, la estética que presentaron todas las carrozas permitió superar las críticas que el año pasado recibió la comitiva por la pobreza que presentaron los diseños.

Superadas las dificultades, los Reyes Magos empezaron a despedirse de Sevilla a las 22.10, cinco minutos antes del horario previsto. Deslucieron el cortejo las separaciones demasiado prolongadas entre carrozas, que en ocasiones creaban zonas de nadie en la Cabalgata, y la suciedad casi imposible de limpiar que involuntariamente origina esta comitiva.

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