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Los Baños de la Reina Mora, de nuevo actualidad.


 Francisco Santiago. Los Baños de la Reina Mora están situados en pleno corazón del barrio de San Vicente, situados entre la calle Baños y Miguel Cid, colindante con la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, perteneciente a la Hermandad de la Vera Cruz, copropietaria de los Baños.

Estos baños árabes sufrieron  excavaciones para delimitar el conjunto monumental en 1983 y 1984, estando en la actualidad en restauración, pretendiéndose que para el 2006 puedan recuperarse para la ciudad de Sevilla, coincidiendo con las obras de restauración de la Capilla de la Hermandad del Lunes Santo.

La Hermandad de la Vera Cruz junto a los vecinos, lograron que los Baños de la Reina Mora estén siendo recuperados para Sevilla, gracias a las ayudas de la Junta de Andalucía y la Gerencia de urbanismo del Ayuntamiento, acuerdo suscrito en julio de 2002. Una vez terminadas las obras, sin prisas pero sin pausas, podremos asistir en sus instalaciones a veladas de música clásica y de cámara y ser visitados culturalmente durante tres días a la semana. 

En un principio las obras tenían que haber terminado en el año 2003, pero los cambios municipales han retrasado su “reestreno”, esperando que sea el 2006 el año de la recuperación histórica, coincidiendo con las reformas en la Capilla de la Vera Cruz.

El hermano mayor, comento a Arte Sacro que aunque sería lo más deseado, lo más seguro es que las obras de restauración de la capilla concluyan antes que la de los Baños, aunque lo importante es que no paren las obras

¿Por qué de la importancia de los baños?

Hasta en una de las piezas claves de la literatura mundial “Las Mil y Una Noches”, se indica que una ciudad no está completa hasta que no tenga un baño, al ir estos íntimamente ligados al desarrollo e importancia de las ciudades árabes. Se sabe de los baños árabes que tenía el Alcázar que mando construir al-Mutadid, el de Don Fadrique y el de Doña Juana, este último relacionados con los de la calle Baños. En Sevilla tras la reconquista se hizo un recuento de hasta 19 baños árabes.

Los Baños de la Reina Mora fueron donados en 1551 al centro de recogimiento de mujeres de mala vida arrepentidas, con la advocación de Dulce Nombre de Jesús. Sin embargo Ortiz de Zúñiga sitúa esta fecha en 1562. En el siglo XVII, cuando el edificio paso a ser convento, fue reformado el edificio en 1641.

En 1837 la comunidad conventual por orden gubernamental se une a la de San Leandro,  siendo suprimido el convento por la Junta Revolucionaria en 1886, transformándolo en  Comandancia General de Ingenieros, hasta su derribo en 1976, respetándose el claustro y los baños.

En 1983 el edificio es declarado Monumento Nacional, descubriéndose la noria que alimentaba el agua en los trabajos de restauración aprobados por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

En 1984 se derriba el edificio moderno de la calle Baños 23, excavándose el subsuelo para delimitar los baños. La Hermandad de la vera Cruz solicita información y calificación de los restos exhumados para solicitar subvenciones para la restauración y conservación. En marzo de 1996 los Baños son declarados Bien de Interés Cultural por Decreto 104/1996.

Los Baños

Se piensa que el nombre de Baños de la Reina Mora , pudo ser alterado popularmente, pues se piensa que estos baños eran los donados a la reina Juana y que en un principio se llamaron Baños Moros de la Reina. Otros investigadores piensan que el nombre viene de “Baños Moros” .

Los Baños actuales contaban con tres niveles de ocupación. Uno perteneciente a los siglos XIX y XX, otro intermedio de la época del convento de las agustinas, del cual se ha recuperado material cerámico y la parte árabe del periodo almohade, aunque parte podría ser Taifa.

Los baños están formados por un aljibe con varios depósitos de cubierta abovedada en forma de “U” comunicados entre si y el edificio de los baños. El agua procedía de un pozo de embocadura rectangular situado entre los depósitos.

Era un baño de eje lineal con patio (tepidarium) de nueve compartimentos, una gran sala rectangular con lumbrera y pequeñas estancias cuadradas (caldariums). Las Columnas y capiteles del patio datan del primer tercio del siglo XIII. Eran baños de aguas termales y frías. La decoración es a base de ladrillos cal y pinturas, estas últimas muy deterioradas de la época en que estuvo abandonado el edificio y en su interior se realizaron fogatas. 

La entrada a los baños debía de producirse por la actual calle Baños, a través de un portico que daba al patio y vestuarios, además de la gran sala con bóveda de cañón. Desde esta se accede a tres habitaciones accesibles a través de una triple arcada de una de ellas, donde también estaría situada la fuente o pila de agua. Estos espacios conformaban el maslaj o sala de relajación. La gran sala podría ser la zona de agua fría.

El espacio formado por la sala principal de los baños (al-bayt al-wastani) ha sido el más reformado en el siglo XVII. En sus orígenes fue una sala central con cuatro corredores, delimitada por dieciséis columnas con basa, fuste liso con collarino superior y capitel de mocábares y pilares de forma rectangular con bóveda esquifada de cuatro paños.

Próxima al aljibe y a espaldas del al-bayt se encontrarían las calderas, de las cuales no han quedado vestigios. Se puede decir que es el Hamman más grande de los que se conservan de Al-Andalus y que podrá formar parte de una mezquita que incluso tendrá alminar (restos de cornisas en la iglesia) y cuya planta podría ser lo que en el siglo XIII fue el llamado Hospital de San Fernando junto a los baños, del cual no quedan restos.

Conservación

Cuando la ciudad fue ocupada por los cristianos, los baños siguieron funcionando, al menos hasta el siglo XV. En el siglo XVI cuando pasó a ser edificio de mujeres arrepentidas se hicieron algunas reformas, como fue la sustitución de una de las bóvedas y pequeñas reformas que no aportaron cambios importantes a la edificación.

En el siglo XVII es cuando se le da al edificio la transformación que ha llegado hasta nuestros días, coincidiendo con el convento de monjas agustinas, realizándose reformas en todos sus elementos. Igualmente en el claustro se hallaron enterramientos sin disposición y cubiertos de cal, lo que supone pudo ser por alguna de las epidemias que asolaron la ciudad.

Desde Arte Sacro queremos dar las gracias a Ángel Jiménez y José Sigüenza de la Hermandad de La Vera Cruz por el aporte documental para la realización de este estudio.

Fotos: Francisco Santiago

Bibliografía

Vera Reina, Manuel. Intervención Arqueológica en los Baños de la Reina Mora. Sevilla

González de León, F. Noticia histórica del origen de los nombres de las calles... (pag. 198)

Ortiz de Zúñiga, D. Anales eclesiásticos y seculares... (pág. 381)

Llorden, P. A. Apuntes históricos de conventos sevillanos... (págs. 10-13)

González de León, F. Noticia artística de todos los edificios públicos... (pág. 182)

Álvarez Benavides, M. Explicaciones al plano de Sevilla... (Tomo I, pág.335)

Valor Piechotta, M. Estructura urbana de la Sevilla islámica (págs. 347-351)

Comez, R. Capiteles hispanomusulmanes d elos siglos XII y XIII (págs. 317-318)










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