Los Misioneros Claretianos celebran la Beatificación de los Mártires del siglo XX
El día 13 de octubre, en Tarragona, fueron beatificados 522 mártires españoles del siglo XX. Entre ellos se encuentran 16 Misioneros Claretianos cuyos restos fueron trasladados a comienzos del presente año a la Parroquia San Antonio María Claret, en el barrio de Heliópolis.
Con motivo de este acontecimiento, los Misioneros Claretianos organizarán una serie de actos el día 19 de octubre.
- 12.00 h. Eucaristía de Acción de Gracias presidida por don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla (Iglesia del Salvador).
-de 17 a 19 horas, en el Centro de la ciudad, 400 jóvenes manifestarán, de forma lúdica, la alegría de creer en el Dios del Amor y del Perdón
- 21.30 h. `Ponte a tiro por amor’. Festival preparado por jóvenes de la Familia Claretiana. Contará con la participación de Joaquín Núñez (Premio Goya 2013 al mejor actor revelación). Una serie de actuaciones artísticas y testimoniales evocarán la historia de estos mártires y su mensaje de amor, de perdón y de fidelidad. (Polideportivo del Colegio Claret -entrada por calle Monzón-).
- Del 19 al 27 de octubre. Exposición sobre los mártires (Colegio Claret). Los fines de semana estará abierta antes y después de las misas dominicales. Durante los días laborables, desde el lunes 21 al viernes 25, estará abierta de 17.30 h a 19.30 h, entrando por el Colegio (calle Padre García Tejero 8).
Con la celebración de estos eventos se invita a la participación de todas aquellas personas que quieran conocer de cerca el testimonio de estos jóvenes.
Dieron su vida por amor
Los 16 mártires, cuyos restos reposan en nuestra ciudad, eran jóvenes misioneros claretianos pertenecientes a la Provincia Bética, que tiene su curia provincial en Sevilla. Todos murieron manifestando su fe y expresando palabras de perdón a quienes les quitaban la vida. Uno de ellos, el P. José María Ruiz Cano, era educador de un grupo numeroso de pequeños seminaristas. Consiguió salvar la vida de todos los niños, pero él fue asesinado en Sigüenza (Guadalajara) el 27 de julio de 1936, con 29 años. Menos años aún, poco más de 20, contaban los 14 seminaristas claretianos que tuvieron que refugiarse en Ciudad Real en el mes de mayo de aquel año. Al iniciarse la Guerra Civil, tomaron un tren hacia Madrid intentando poner a salvo sus vidas. Poco después de comenzar el viaje, en la estación de ferrocarril de Fernán Caballero fueron obligados a bajar del tren y fusilados en las mismas vías. Era el día 28 de julio.
Al celebrar estos acontecimientos se quiere recordar su mensaje de amor a la vida, de fidelidad y de perdón.
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