Un mar de colores entre el Verde y el Azul. Crónica de un hermanamiento (más fotos)

Francisco Santiago. El domingo 14 de septiembre amaneció de forma extraordinaria en el barrio de Nervión, se veían rostros cansados pues la noche había sido larga con los preparativos que aún continuaban en los albores del día.

No era un domingo cualquiera, la parroquia de la Inmaculada Concepción reunía hermanos de la Sed, Sagrado Corazón y San Pablo, todos al unísono para comenzar esta aventura de unión fraternal que en los cauces cofradieros llamamos hermanamiento.

Este no era un acto a la antigua usanza, no había siglos de historia por medio, ni rancio abolengo en los fundadores, ni alta alcurnia en las lápidas que conforman el suelo parroquial, simplemente era otra palabra en desuso: creencia.

Y es que tanto la Hermandad de la Sed como la del Cautivo y Rescatado lo tienen claro, como ya les explique con anterioridad. Para ellos lo extraordinario es lo ordinario, es decir, un Rosario de la Aurora puede convertirse del día a la noche en una salida extraordinaria, una mudá con Titular, en un retorno triunfal, y así con todas las comparaciones y metáforas que se nos puedan ocurrir.

En el Centro histórico (del Polígono de San Pablo) los vecinos habían exornado sus balcones con sus mejores galas, como lo hacían antaño el Sábado de Pasión y como ahora lo hacen el Lunes Santo.  

Allí esperaba el pueblo llano, con sus apartamentos VPO, con denominación de origen de “PCB” (Patronato de Casas Baratas). Pero no había dudas que Dios estaba allí, a pesar de no haber grandilocuentes obras barrocas con apellidos nobles de resonancia y cuna jienense, a pesar de no encontrar arquitectura basada en cánones góticos, ni barrocos ni siquiera regionalistas.

¿Acaso creen que lo extraordinario reside en una parte del centro historico de Sevilla? La respuesta está bien clara ¡¡¡no!!! Les gustará o no lo que está ocurriendo en San Pablo, disfrutarán o no con lo que ocurre en Nervión, pero a los que aún tenemos fe en la palabra “creencia”, nos sentimos orgullosos de participar en un acto tan extraordinario, como es hablar de hermanamiento en una época donde las luchas internas, la pobreza (algunos la llaman crisis), la desconfianza, la falta de fe y de sentimiento religioso, hacen mella en una población nacida de la devoción a esa otra memoria histórica: la que comenzó cuando un personaje llamado Jesús de Nazaret, vino al mundo desde el vientre de María.   

A las 20:55 horas, la Dolorosa de la Concepción se volvía hacia el barrio de San Pablo, no era un adiós, era un hasta el mes que viene, en el cual serán los hermanos trinitarios de San Pasblo los que visiten el viejo Nervión y a su Madre Consolación.

Cuando pasaban pocos minutos de la medianoche, el paso de la Virgen de Consolación entraba en la Concepción Inmaculada, poniendo fin a la primera parte de la Trilogía que podremos seguir viendo en breve...

Si algo hay que achacar de todo esto, es que la información que recibimos indicaba que al medio día se podría visitar a la Titular, constándonos que así lo hicieron varios, entre ellos profesionales de la fotografía y no pudieron  realizar su trabajo al encontrarse cerrado el oratorio donde estaba el paso de la Virgen de Consolación. Al menos nosotros, desde este portal en el cual publicamos esa información, pedimos disculpas por la información errónea, al parecer.

Te esperamos en Nerviòn

Fotos: Francisco Santiago.