La fresquita. Antonio Sánchez Carrasco

Sin duda, cuando escribo estas letras que es Lunes de Pascua en torno a la una y media de la tarde, sería ese momento en el que mi amigo Santiago saldría de su trabajo y para matar la nostalgia hoy nos daríamos una vuelta por la taberna la Fresquita. Allá arriba de Mateos Gago justo casi en frente de la iglesia de Santa Cruz. Al llegar Nacho estaría poniendo incienso para que dejáramos de sentir la nostalgia al menos por los olores.

Tras los saludos y los “¿como fue la Semana Santa”, cervezas heladas de esas que te reconfortan como el maná por el desierto, mientras en la tele entra la Macarena en Campana.

Sale Pepe, el alma mater del local, está cocinando dentro. No se el que, pero huele a gloria bendita.

Seguimos mirando mientras la infinidad de cuadros con fotos cofrades que decoran las paredes.

Chicharrones, montaitos,.., seguimos hablando tratando de arreglar los horarios del Martes Santo, o la falta de seguridad en según que zona de Sevilla.

Van apareciendo los habituales del día a día después de una semana de ajetreo, y es que en Sevilla son pocos los bares habituales que se pisan en Semana Santa. Los que se toman una cerveza como una couldina mientras que aguardan al niño que sale del colegio... Se va la fábula, seguimos confinados, no hay colegio, no hay bares... pronto volveremos a la normalidad. Sigamos.

#Undiamenos #Volveremosalosbares

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.

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