El 'eterno capataz' tendrá desde hoy un recuerdo en Santa Catalina

José Luis Martínez. Tal y como ya avanzó este portal cofradiero, varios amigos del que fuera capataz y maestro de capataces, Manolo Santiago Gil, van a descubrir hoy, día 28 de marzo, un azulejo cerámico para recordar al gran maestro del martillo. Será a las 19 horas en un acto íntimo promovido por varios costaleros y amantes del siempre recordado Manolo Santiago.

El azulejo estará ubicado entre los bares La Giganta y El Rinconcillo, sitos en la feligresía de Santa Catalina y más concretamente frente a la puerta donde salían los pasos. La bendición correrá a cargo del vicerrector del Salvador, Florentino Corcoles Calero.

Aunque es lo de menos, el azulejo, al día de hoy quedará colocado con una errata al indicar el fallecimiento en 1988, cuando realmente fue en 1997. En el azulejo y según ha podido conocer Arte Sacro rezará "Al eterno capataz de Sevilla".

Manolo Santiago Gil nace en Sevilla el 24 de mayo de 1930. Su familia estuvo vinculada al gremio de los zapateros. Desde muy pequeño estuvo unido a la hermandad de la Exaltación, donde su padre llegó a ser mayordomo y donde él mismo se estrenó como costalero. Muere el 23 de octubre de 1997.

La Paz y La Resurrección

Santiago Gil tiene otro recuerdo en la feligresía de la parroquia de San Sebastián. Allí se encuentra el 'Callejón Manolo Santiago', justo en el tramo que va del jardín de la sede canónica de la hermandad de la Paz, al almacén dónde se guardan los pasos de la cofradía.

En la feligresía de la Resurección se encuentra también un azulejo conmemorativo que la primera cuadrilla de la hermandad de la Resurrección le dedicó a Manolo Santiago.

Fotos: Miguel Ángel Osuna, archivo de Arte Sacro y Jesús Martín Cartaya.

Nota: En la segunda foto se puede apreciar a tres de los amigos de Manolo Santiago que estuvieron a su lado  hasta sus últimos momentos: Candi, Alfonsito y Blaky. Uno de ellos, Candi, desafortunadamente no estará con el equipo de su hijo Antonio esta Semana Santa a causa de una enfermedad  pero si en la mente de sus amigos tanto en la de su equipo como en la de los costaleros. Todos tenemos en el recuerdo a aquel amigo y maestro de costaleros haciendo siempre escuela en el mundo de las trabajaderas, enseñando al que no sabía y pidiendo para el que no tenía.

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