Sed de verdad. Moisés Viretti
Con voces blancas de mujer y niños, rezo ante tu cuerpo sufriente y dolorido en una Parroquia que en silencio espera el consuelo de tu Santa Madre.
Coronado de espinas, te clavaron en la cruz, y tu barrio, te espera un caluroso Miércoles Santo para quitartela y así limpiarte la frente de una fría sangre que derramas por todos nosotros.
Señor de la Sed; mi Señor de la Sed, siempre te veo y te veré como aquel Dios hijo de mis primeros sentimientos cofrades; nacido en la Gran Plaza y adorado por todos los sevillanos; tu presencia nos crea un ambiente de oración y culto ante el Santísimo Sacramento que se transforma en encomendar a los enfermos a San Juan de Dios.
Humo de incienso que crea tristeza ante tu voluntad de entregar tu vida; pero en el fondo de mi corazón me dices, que cada vez que veo a mi Candelaria , vuelves a ser Niño Dios para darnos tu bendición.
Padre; ayudame a ser mejor persona cada día, tu que bien me conoces, tu que me has visto crecer, tu que me has visto madurar en la fé, tu, que pese a todo lo que ocurra, bueno o malo, serás mi Dios, mi Señor, mi divino Cordero del Padre, mi sediento guía de Amor, mi querido Dios que me crío en el camino de la fe.
Mas info en http://cofradeisrael.blogspot.com/
Foto: Israel Viretti